El teatro ‘take away’ de Sergi Belbel

"La punta del iceberg trata la crisis de una forma distinta. Es un thriller, pero también una comedia e, incluso, tiene su pequeña historia de amor soterrada y un final un poco abierto. A mí me gusta que la obra invite al espectador a hacerse preguntas, que cada uno complete el final a su manera. Es teatro take away, para llevarse a casa, como la comida", comenta este miércoles en Sevilla el director de escena Sergi Belbel sobre la obra del canario Antonio Tabares.

La punta del iceberg, que puede verse en el Teatro Lope de Vega de Sevilla desde el jueves 23 al domingo 26, indaga en las relaciones laborales y en cómo las tensiones que se crean en el trabajo afectan a las personas. Tabares (La Palma, 1973) recibió el PremioTirso de Molina por este texto en 2011, una obra de la que Sergi Belbel, que entonces estaba al frente del Teatre Nacional de Catalunya, se enamoró desde la primera página. "Cuando José Luis Gómez me llamó para dirigir un clásico en el Teatro de la Abadía yo le propuse la obra de Tabares. Aunque entonces el autor era un perfecto desconocido, porque sólo se habían representado dos de sus títulos en Canarias y un tercero que se ha hecho en gallego, cuando Gómez leyó el texto aceptó de inmediato", dice Belbel.

"Es una obra con la que la gente se identifica porque casi todos hemos trabajado en un empresa y sabemos cómo las presiones que siempre han existido se han acentuado con la crisis", añade el director de escena, quien también es dramaturgo y guionista y posee una larga lista de premios, entre ellos el Nacional de Literatura Dramática (1994).

La obra, que se estrenó en febrero del pasado año y está protagonizada por Nieve de Medina, Eleazar Ortiz, Montse Díez, Pau Durà, Luis Moreno y Chema de Miguel, nació cuando Antonio Tabares conoció la noticia de los suicidios de trabajadores en dos empresas francesas, Renault y France Telecom, donde entre 2009 y 2010 se quitaron la vida más de 50 empleados. El autor habla de la presión que la empresa ejerce sobre el individuo para que aumente la productividad.

"Las relaciones humanas en el ámbito laboral pueden condicionar nuestra manera de afrontar la existencia. Lo mismo da que nuestra empresa tenga en plantilla a cinco, a 20 o a mil personas. Lo cierto es que a ellas les dedicamos más tiempo y más atención que a nuestras propias familias y que ese ambiente extrae de nosotros lo mejor y lo peor de lo que somos capaces. Por eso el viaje de Sofía [papel que encarna Nieve de Medina] al corazón de su empresa es en realidad un viaje al corazón de sí misma. Y el reconocimiento de que hay algo que no funciona es, en realidad, la constatación de su propio fracaso", escribe el dramaturgo canario para presentar su obra.