La presión judicial acaba con el proyecto de depuradora en Borriol

La Diputación de Castellón ha abandonado definitivamente el proyecto de la depuradora de Borriol después de que el escándalo sobre los terrenos donde se iba a ubicar haya acabado en los tribunales con varios imputados y con responsables políticos dimitidos y destituidos. La alternativa, más rápida y “eficiente”, implica que el Ayuntamiento no tenga que expropiar ahora ni una sola de las parcelas previstas y se evita así un desembolso de casi 200.000 euros. El exvicepresidente de la Diputación y alcalde de Vall d’Alba, encargado de este proyecto, iba a recibir casi 51.000 euros por una finca de 2.700 metros cuadrados valorada en 3.000 euros y cuya propiedad comparte con sus hijos en una empresa familiar. Los otros cerca de 150.000 se iban a pagar por otras parcelas vinculadas al socio de Martínez. Ambos están imputados. También el exalcalde de Borriol, Adelino Santamaría.

El proyecto de la depuradora se inició hace ahora diez años. La inversión iba a correr a cargo de la Generalitat, que acabó renunciando y el coste —2,2 millones— recayó en la corporación provincial. La obra es esencial para este pequeño municipio de Castellón pero no ha sido hasta ahora cuando la Diputación ha pensado en un plan b en el que no es necesario expropiar ninguna parcela. La alternativa llega después de que el edil de Compromís en Borriol destapara lo que iba a ser todo un pelotazo que ha acabado en los tribunales.

El presidente de la Diputación, Javier Moliner, ha anunciado este martes que el nuevo proyecto consiste en la conexión de la red de aguas de Borriol con la de Castellón para canalizar las aguas residuales hasta la depuradora de la capital. La inversión será también de 2,2 millones (un millón para la canalización y 1,2 millones irán destinados a mejorar la red hídrica de Castellón). El Ayuntamiento se ahorra los casi 200.000 euros previstos inicialmente en las expropiaciones. “Es la solución definitiva y más eficiente”, ha señalado Moliner.

Preguntado sobre por qué no se pensó antes en esta opción si implicaba un ahorro de las arcas municipales, el presidente de la Diputación ha manifestado: “Los tiempos son distintos y hemos vivido una época en la que todos los ayuntamientos ansiaban todos los servicios y tener su depuradora”.

El grupo socialista de Borriol ha mostrado su rechazo a lo que consideran la “última ocurrencia” de Moliner porque supone “renunciar definitivamente a una infraestructura esencial”. En un comunicado han criticado que la medida se ha tomado para “desviar la atención” de la investigación judicial y que se haya anunciado sin contar antes con la oposición en el Ayuntamiento.

El portavoz de Compromís en Borriol, Silverio Tena, ha manifestado por su parte que la decisión demuestra que había alternativas a construir una depuradora “en terrenos sospechosos y con costes ruinosos para los vecinos”.