De Mestalla al Ágora
El PP pagó 6.000 euros por alquilar el edificio de la Ciudad de las Artes para el mitin de Rajoy en la campaña de las elecciones europeas
Quedan lejos los tiempos de gloria de Francisco Camps en los que el PP valenciano prodigaba los actos espectaculares y multitudinarios gracias a los eficaces servicios de Álvaro Pérez y la trama Gürtel. Más lejos quedan los tiempos de Eduardo Zaplana, en los que ese partido se atrevió con el recinto del estadio de Mestalla, con un éxito desbordante en febrero de 1996 y un clamoroso pinchazo siete años después, en mayo de 2003, en el relevo de Zaplana por Camps, con José María Aznar como estrella invitada. Las más de 50.000 localidades del campo de fútbol eran un bocado demasiado grande y los mítines centrales se focalizaron a partir de ese momento en la plaza de toros de Valencia. Hasta las elecciones europeas de mayo pasado, en las que el PP optó por un recinto de proporciones más reducidas, el Ágora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, para el mitin en Valencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
La modesta opción del Ágora, para un partido que hizo bandera del exceso durante muchos años, supuso pagar un alquiler de 6.000 euros. Así lo refleja el contrato de arrendamiento con la empresa pública Cacsa que la oposición solicitó al Consell y al que ha tenido acceso este diario. El contrato estableció el pago de 5.000 euros más IVA por un evento a celebrar entre las 19.00 y las 21.00 del 21 de mayo para un aforo de “5.000 personas aproximadamente”. Esa cantidad es, más o menos, la mitad de lo que cuesta el alquiler de la plaza de toros de Valencia, según las tarifas de la Diputación, que fijan un precio público de 11.000 euros más IVA y una fianza de 12.000 euros. El aforo del recinto taurino es el doble del Ágora, ya que, según la Diputación, caben en la plaza 10.497 personas.
Que se conozca el alquiler pagado por el PP para el Ágora tiene el interés de que es el primer arrendamiento concreto que se hace público de uno de los espacios de la Ciudad de las Artes, más allá de los 10.000 euros que se supone que pagó un conocido futbolista por su boda en el vestíbulo del Palau de les Arts en 2011. La oposición no ha conseguido hasta ahora que el Consell especifique los alquileres cobrados por eventos celebrados en el complejo.
La diputada socialista Eva Martínez logró en 2012 que la entonces consejera de Turismo, Cultura y Deporte, Lola Johnson, le remitiera datos anuales de recaudación de la Ciudad de las Artes (1,8 millones en 2008, 791.000 euros en 2009, 1,2 millones en 2010 y dos millones en 2011), así como una relación de empresas y entidades —desde la Volvo o Ferrari hasta Vodafone, IBM, Iberdrola o Endesa—, que alquilaron espacios del complejo de ocio. La parlamentaria formuló después casi 500 preguntas para saber cuál fue la cantidad pagada por cada sociedad u organismo, pero esa información no ha sido facilitada todavía por el Gobierno de Alberto Fabra. Un Gobierno que aprobó a principios de agosto el pliego de condiciones para licitar la privatización de una parte de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. La concesión afecta a L’Oceanogràfic, que ya es de gestión privada, y precisamente al Ágora.
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