Los alfileres del teatro
'Vestir la representación' hace un recorrido por la trayectoria de la diseñadora Carmen de Giles
Las dos primeras palabras del conjuro son olvidar y crear. Una vez pronunciadas, Carmen de Giles consigue su magia. Antes, la diseñadora de vestuario teatral mira las referencias sobre la época en la que se ambienta el espectáculo y las representaciones anteriores. Después lo borra todo de su cabeza para encontrar la atmósfera adecuada sin recurrir a lo textual, según sus palabras. Sus creaciones abandonan los focos por un momento y se exhibirán en el Casino de la Exposición desde este jueves hasta el 16 de noviembre.
La muestra Vestir la representación hace un recorrido por los 30 años de experiencia de la creadora sevillana, quien antes de dedicarse a la costura empezó dos carreras: Farmacia y Psicología, sin terminar ninguna de ellas. De Giles empezó haciendo ropa de calle, pero estos diseños eran vanguardistas y poco comerciales, así que no tuvieron el éxito deseado. Sin embargo, sí llamaron la atención del mundo del teatro. “No tengo ni idea, ni la he tenido nunca, de lo que se lleva”, confesó la artista este lunes durante la presentación de la exposición.
A veces a los artistas les resulta difícil encorsetar con palabras su proceso creativo. A De Giles no. Tiene clara su forma de trabajar, su relación con el artista y qué requiere su labor. "Yo necesito un taller, adiestrar a costureras y patronistas porque voy evolucionando el diseño conforme se va haciendo”, señaló la autodidacta figurinista, que nunca ha sido alumna de ninguna escuela de diseño, tal y como confesó, aunque sí profesora.
El reto era unir la belleza de la cúpula y la exposición Antonio Flores, comisario
De Giles se paseó por la muestra con una sonrisa satisfecha. Ella tenía una obsesión, que sus trajes no taparan el casino. "Dentro del barroquismo, no ha desaparecido", comprobó. El espacio fue uno de los retos técnicos a los que tuvieron que hacer frente. "Unir la belleza de la cúpula y la exposición", explicó su comisario, Antonio Flores.
La Olimpia de Alejandría. La mirada oblicua se eleva hacia la bóveda del casino, con su corona de serpientes que, a pesar de estar lejos, parecen rozar el techo. El maniquí que porta el inmenso vestido dorado de la protagonista de la obra de Elena Carrascal mira desde las alturas al resto de sus compañeros de exposición, varios metros más abajo. Entre ellos, Medea-tierra, de Medea, la extranjera, cartel de la muestra que, con una cortina de mimbre que le cubre el rostro es uno de los diseños más representativos de la colección, según la creadora.
La Reina de Corazones tiene también su pedacito de exposición. Es el personaje de cuento favorito de la diseñadora, y la propia De Giles, con su porte serio y sus labios granate, parece tener un semblante similar al de la dama creada por Lewis Carroll. La diseñadora ha tocado con sus creaciones diversas modalidades artísticas que pasan del flamenco y el teatro al Carnaval de Cádiz. Para el escenario del Gran Teatro Falla ha creado los tipos de Las Muchachas del congelao o Ricas y maduras, para la Chirigota del Canijo, o Volver a empezar y Ciudadano Zero para la Comparsa de Tino Tovar. "Tiene su trabajo, pero a mí me gusta cambiar de tema", añadió De Giles.
La exposición, que cuenta también con dos vestidos que realizó para la cantante Martirio, se podrá ver hasta el 16 de noviembre de martes a domingo, de 10.00 a 14.00 y de 17.30 a 21.00.
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