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De tranvía en vía muerta a “referente del transporte”

La línea 2 de Alicante cumple un año de gestión pública y desborda las expectativas del Consell El servicio tardó años en arrancar por el empeño de la Consejería en privatizarlo

El tranvía de la Línea 2 del Tram de Alicante, el día de su inauguración
El tranvía de la Línea 2 del Tram de Alicante, el día de su inauguraciónPEPE OLIVARES

La línea 2 del Tram (transporte metropolitano) de Alicante es “un referente nacional e internacional en el sector del transporte”. Esas fueron las palabras de la consejera de Infraestructuras, Transporte y Medio Ambiente, Isabel Bonig, en la fecha en la que cumplía un año la línea de transporte que une el centro de Alicante con la universidad y que más trabas ha sufrido para su puesta en marcha tras años intentando que una mercantil privada la pusiera en marcha.

Unos 3,6 millones de viajeros, según las cifras aportadas en un comunicado por Bonig, han usado esta línea, la L2, desde que arrancara su primer viaje un 4 de septiembre de 2013. Aquella fue una jornada de protesta que solo permitió, a medias, la inauguración de una vía que se intentó privatizar sin éxito hasta en dos ocasiones.

El Consell gastó 150.000 millones en las vías y los 14 trenes de un servicio que tuvo parado dos años. 

Las cifras recogidas por Bonig superan en unos 600.000 viajeros la previsión que la misma consejera realizó durante la inauguración de 2013. En aquella jornada, según recuerda Bonig, eran “conscientes” de su “potencial”, pero no imaginaban que “iba a tener la aceptación social que ha tenido por parte de los alicantinos, que la han convertido en la conexión más utilizada del Tram de Alicante”.

La L2 siempre fue considerada la joya de la corona del tranvía metropolitano en Alicante, pese a ser la última en empezar a funcionar. En realidad fue inaugurada hasta tres veces. Tras la tercera, los tranvias comenzaron a rodar las vías de la L2, lo que no ocurrió en las dos ocasiones previas cuando las inauguraron la alcaldesa, Sonia Castedo, o el expresidente valenciano, Francisco Camps. La línea une, a lo largo de 14 paradas y nueve kilómetros, el centro de la ciudad con los barrios del norte–los más populares-, la Universidad y la ciudad de Sant Vicent del Raspeig. Hoy, a decir de Bonig, es “la conexión más utilizada del Tram de Alicante”.

Los trabajadores quisieron hacerse cargo de un  servicio en vía muerta que costaba 30.000 euros al mes
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La historia de la línea dos del Tram alicantino, tan exitosa hoy, nació empero como la de una privatización fracasada. Ninguna empresa quiso hacerse cargo de la línea después de que Bonig llegara a la consejería que previamente dirigió Mario Flores. La consejera anuló el pliego de condiciones de una contrata a la que solo se presentó en 2010 el grupo Vectalia, mercantil especializada en los transportes y servicios.

Mejoras propuestas por los trabajadores

-Rebaja de las tarifas y más medio personales para la atención al cliente.

-Un mejor combate del fraued detectado en todas las líneas de Tram.

-Aplicación de las sanciones impuestas por irregularidades de los viajeros.

-Ampliación de las frecuencias de tranvías mediante la apertura del túnel de La Cantera, que atraviesa la Serra Grossa y cuya obra está paralizada desde hace años.

Bonig consideró entonces “inasumible” el coste de la contrata (10 millones que quiso reducir a cinco) y presentó un nuevo concurso que quedó desierto mientras los propios trabajadores de Ferrocarriles de la Generalitat Valenciana aseguraban que podían asumir la puesta en marcha de la línea, que incluso la consejera consideraba que, prácticamente, iba a autofinanciarse.

Pasaron más de dos años hasta que se puso en marcha la línea después de haber invertido 150 millones de euros en vías y comprado 14 trenes que dormían en cocheras mientras los contribuyentes pagaban 30.000 euros mensuales por el mantenimiento de las instalaciones y raíles, como solían recordar los sindicatos durante el tiempo que la línea fue una vía muerta.

Ahora, aquel comité de empresa de FGV que puso en marcha la L2 mientras FGV llevaba a cabo un expediente de regulación de empleo y recortes de plantilla y salario puede sacar pecho. "Al fin, el tiempo nos ha dado la razón: la gestión pública de FGV era la única opción posible para explotar la Línea 2", indicaron los sindicatos en un comunicado.

Nadie dio cifras de rentabilidad económica, si bien se considera cubierta.

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