Ni mascletà, ni toros.... sino hinojo

Antaño fue la necesidad de limpiar los caminos y ribazos de plantas indeseables, entre ellas el hinojo. En la actualidad se ha convertido en una fiesta emblemática —que, en lugar de cohetes o astados, tiene a la aromática hierba como protagonista—, que sirve de estandarte de Enguera y de trampolín para promocionarse como destino de turismo interior. La Feria de San Gil, que se celebra los días 6 y 7 de septiembre, espera duplicar la población de la localidad valenciana con el reclamo del intenso olor a hinojo. Esos días se celebrará también, aprovechando el tirón del festejo, la Feria de Turismo, Tradición, Comercio y Artesanía.

La costumbre marca que los manojos que se extraen de las montañas se trenzan para conseguir el sangil, que puede ser un ramo, una cruz o alguna otra figura minuciosamente decorada. Se trata de conseguir el más largo, o el más bonito. En la edición de 2014 los pequeños deberán superar el récord del año pasado, en el que se logró anudar un Sangil de 58 metros de largo. Cerca de 2.000 niños con sus padres y abuelos participan en esta actividad lúdica, enraizada con las antiguas labores de los pueblos rurales.

Enguera aprovechará para potenciar su oferta turismo con rutas guiadas por sus montes, que se ven invadidos por el aroma y el característico color amarillo de la planta, o con talleres para visitantes en lso que aprender a tejer los sangiles, y que así vuelvan en años venideros.

A todo esto, el municipio apostará en la Feria de Turismo, Tradición, Comercio y Artesanía —que se celebrará el 7 de septiembre— por dar a conocer el típico té de San Gil y los caldos de las bodegas del pueblo. El Ayuntamiento de Enguera ha iniciado los trámites para que San Gil sea declarada Fiesta de Interés Turístico de la Comunidad Valenciana.