Rita Barberá apoya la elección directa de alcaldes pero justifica el pacto que la aupó
La regidora de Valencia se ofrece como candidata bajo cualquier sistema
La vuelta al cole política en Valencia fue ayer un verdadero desembarco. El delegado del Gobierno, Serafín Castellano, el presidente, Alberto Fabra, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, la consejera de Bienestar Social, Asunción Sánchez Zaplana, la concejal de Bienestar Social, Ana Albert e incluso la diputada de Bienestar Social en la Diputación de Valencia, Amparo Mora, visitaron ayer un centro de atención a la mujer 24 horas aunque se limitaron a repetir datos conocidos sobre la actividad de estos centros. Tras la visita, solo el presidente, el delegado del Gobierno y la alcaldesa de Valencia atendieron a los medios, que centraron su atención en la intención del PP de imponer la elección directa de alcaldes.
La política dice que “ha habido una perversión de lo que eran los pactos”
Rita Barberá llegó a la alcaldía en 1991 gracias al pacto de su partido con Unión Valenciana, liderada entonces por Vicente González Lizondo, pese haber sido el PSOE el partido más votado. Preguntada ayer por la posible elección directa, Barberá apoyó firmemente la intención del Gobierno central y retó: “Yo quisiera que me demostraran una opción más democrática que la elección directa de alcaldes”. Preguntada por si el mecanismo de su elección fue, por lo tanto, menos democrático, la alcaldesa contraatacó recordando las primeras elecciones democráticas: “Parece que haya que fijarse nada más en la elección de la alcaldesa y cuando en las elecciones de 1979 ganó la UCD, el partido socialista pactó con el partido comunista y le arrebató el Ayuntamiento de Valencia”.
Para Barberá, “lo que pasa ahora” es que “ha habido una perversión absoluta de lo que eran los pactos” porque, a su juicio, cuando ella logró la alcaldía, pactaban fuerzas políticas que tenían “programas semejantes y eran posiblemente pactables” y ahora pactar se ha convertido en “la unión por la unión para desbancar”.
Las últimas encuestas ponen de relieve el desgaste de la alcaldesa en los últimos años y auguran un mal resultado para el Partido Popular Valenciano, tocado por los numerosos casos de corrupción en sus filas. La intención del gobierno de Mariano Rajoy de modificar la ley electoral para que los alcaldes sean los representantes de la lista más votada, sería útil para mantener el poder en los tradicionales bastiones populares donde la oposición inicia acercamientos para un posible pacto de gobierno.
La popular dice que la oposición solo le quiere “arrebatar” la alcaldía
Tras 23 años al frente del Consistorio, la alcaldesa de Valencia, se mostró completamente favorable a este tipo de elección porque, asegura, los partidos de la oposición están divididos. “Por mucho que digan que están tomando fuerzas, ¿no ven que se están pegando entre ellos absolutamente? ¿no ven que están intentando forzar determinadas posiciones conjuntas para ir a por nosotros?”, interpretó Barberá.
Para la alcaldesa, estos partidos como Compromís y UPyD o Vox, están tratando de pactar porque, “aunque no tengan nada que ver, lo único que quieren es arrebatar” para “desalojar” al actual Gobierno Municipal.
En sus críticas a “algunos medios”, Barberá recordó de forma implícita la notable caída de votos del Partido Popular Valenciano en las pasadas elecciones europeas, y les quitó importancia aludiendo a que las circunscripciones electorales y las intenciones de voto son diferentes.
Preguntada por si será la candidata en caso de salir adelante la elección directa de alcaldes, Barberá aseguró que, aunque eso depende del partido, ella nunca se ha negado a ser candidata “sea directa, indirecta o pluscuamperfecta".
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