El campo amenaza con movilizaciones si no aseguran las ayudas europeas

El campo valenciano no ha entrado por ahora en pérdidas destacables a causa del veto ruso, puesto que  momento apenas está produciendo artículos de la lista anunciada por Moscú. Pero el temor a que se vea afectada la próxima campaña de clementinas, caquis y granadas, que suponen 67 millones de facturación para sus productores, según la Unió de Llauradors i Ramaders, ha provocado los primeros amagos de movilizaciones en el sector en medio de un rosario de reuniones, conversaciones y negociaciones entre las autoridades comunitarias, las españolas y las autonómicas.

Desde la Asociación Valenciana de Agricultores señalaban, no obstante, que las consecuencias del veto se notan ya en las negociaciones de precios compraventa de clementinas y caquis, que tienden a la baja. Y que también se nota en la venta en curso de limones, que el año pasado supusieron una facturación de 11 millones de euros.

La Unió y sus organizaciones hermanas estudian la posibilidad de realizar actos de protesta a lo largo de la próxima semana porque considera que las soluciones planteadas por parte de las autoridades comunitarias, españolas y autonómicas para paliar las consecuencias del veto ruso a las exportaciones "no son suficientes para paliar las consecuencias".

La Federación Agroalimentaria de CCOO PV también se plantea movilizaciones  en los primeros días de septiembre,  junto a otras organizaciones que también reivindican la insuficiencia de las medidas anunciadas. El sindicato reivindica que se incluya la aplicación de las medidas en la protección del empleo y ayudas socioeconómicas para los asalariados del sector. 

El secretario autonómico de Agricultura,  Pesca, Alimentación y Agua, Alfredo González, ha asegurado que el Ministerio de Agricultura defenderá en Bruselas los cítricos, el caqui y la granada ante el veto ruso. El Ministerio, ha dicho es "consciente de la importancia" de los productos valencianos y de que tiene que ampliarse la lista para que entren" en las ayudas compensatorias, según un comunicado de la Generalitat. En este contexto, ha advertido de la oposición que, a su juicio, van a plantear otros países para la inclusión en las ayudas de estas frutas valencianas, por lo que el Ministerio "tendrá que hacer una defensa muy intensa, sobre todo en el caso de la granada".

En este sentido, el presidente de la sectorial de Frutas y Hortalizas de Cooperativas Agroalimentarias de España, el valenciano Cirilo Arnandis, aseguraba ya hace dos días que "ningún producto (como cítricos o caqui) se quedan fuera de las medidas comunitarias como consecuencia del veto ruso" y que la dotación prevista inicialmente de unos 150 millones de euros (20-30 millones para melocotón y nectarina y 125 millones para el resto de productos), “corresponden a un presupuesto abierto que se irá incrementando según surjan las necesidades y los problemas como así lo ha asegurado el comisario de Agricultura de la Unión Europea”.

Las necesidades de los cítricos y los caquis, venía a decir Arnandis, se afrontarán, cuando comience su producción y se cuantifiquen los daños. En caso de llegar a la campaña sin tener aseguradas esas compensaciones, el secretario general de la Unió de Llauradors, Ramón Mampel, advertía: "Tendremos complicaciones y al final nos quedaremos sin ayudas",

 La importancia del mercado ruso para el sector agroalimentario de la  Comunidad Valenciana se traduce en cifras al considerar los 151,7 millones de euros facturados por exportaciones a ese territorio en 2013, el 25,9 % de lo que exporta España. Cristobal Aguado, presidente de AVA-ASAJA, recordaba ayer a este diario que, dado el crecimiento de un 50% experimentado por la exportación en los tres últimos años, siguiendo esta tendencia se podían haber estimando los ingresos de 2014, en circunstancias normales, en 175 millones de euros.