El final de 30 años de fútbol de barrio
El Ayuntamiento retira las instalaciones a dos asociaciones de Usera que atendían a 750 jóvenes, muchos en riesgo de exclusión
Todas las historias tienen un final y el de las asociaciones La Chimenea y El Zofío lleva meses gestándose. Ambos colectivos vecinales llevan más de 30 años gestionando unas instalaciones deportivas que ellos mismos construyeron en terrenos baldíos del distrito de Usera, uno de los más pobres de la ciudad, si no el que más. El Ayuntamiento de Madrid ha decidido quitarles la administración de los terrenos con el argumento de que “deben el recibo de la luz al consistorio”. Los responsables de las asociaciones afirman, sin embargo, que “el motivo real de esta decisión es que la Administración pretende lucrarse permitiendo la entrada de capital privado”. Y hacen hincapié en la labor social que desarrollan decenas de voluntarios en el barrio, acogiendo y becando a jóvenes procedentes de familias desestructuradas, y que opinan que se va a perder si finalmente entran en liza empresas privadas.
El Consistorio justifica la clausura por el impago de luz
de las asociaciones
Después de llevar años ocupándose del mantenimiento de las instalaciones, en 2009 estuvieron a punto de perder las concesiones cuando el Ayuntamiento decidió sacarlas a concurso. Pero nadie concurrió y, según los vecinos, el concejal del distrito, Jesús Moreno (PP), les rogó que siguieran haciéndose cargo de los campos. Moreno se comprometió —asegura Francisco Rodríguez, presidente de la asociación El Zofío— “a pagar la electricidad porque ellos no podían hacerse cargo de los pagos con las cuotas anuales de 150 a 200 euros que cobran a los chavales”. Durante cuatro años todo fue bien. El Ayuntamiento prorrogaba año a año el acuerdo sin ninguna queja y las asociaciones no habían recibido ningún recibo de luz. Pero a finales de 2013 les llegó un comunicado del Ayuntamiento requiriéndoles el pago con carácter retroactivo de los cuatro años anteriores. Una deuda que ascendía a 15.000 euros para La Chimenea y de 20.000, en el caso de El Zofío.
La situación de El Zofío empeoró cuando el Ayuntamiento clausuró los vestuarios en 2012 por riesgo de derrumbe y la asociación tuvo que hacerse cargo de los 11.000 euros que costó la reforma. El edil del distrito prometió devolvérselos, pero nunca lo hizo. Y se tornó crítica cuando la compañía eléctrica instaló un limitador de potencia y apagó nueve de los 12 focos que iluminan el campo, obligando a los jóvenes a entrenar en penumbra.
“Estamos ante una agresión brutal al deporte de base y al distrito de Usera”, aseguró ayer el portavoz adjunto del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Diego Cruz. “Los vecinos ven en estas asociaciones una vía para hacer deporte, pero también para salir de problemas sociales y familiares muy graves”. Si nada lo remedia, las asociaciones tendrán que entregar la llave de las instalaciones la semana que viene y 750 chicos se quedarán sin empezar la temporada deportiva. “No es solo que dejen a los jóvenes en la calle, es que dejan a todo el mundo tirado”, afirma una de los 40 voluntarios de La Chimenea. “La labor social también la hacen con nosotros. Yo estoy en paro y mi familia no llega a fin de mes. Esto me ha servido para olvidarme un poco de mis problemas y ayudar a otros que están peor que yo”.
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