El arte de observar el abandono
Una muestra en Centro Centro se inspira en el Cine Bogart, cerrado desde 2001
La gran cantidad de nombres que ha tenido el Cine Bogart (Salón Madrid, Club Pycadilly, Casino Nuevo, Club Lido, Cine Panorama, Teatro Arniches, etc) da idea de su zigzageante historia. Este peculiar edificio, que lleva encallado en el tiempo y en el abandono desde 2001, ha tenido, desde su construcción, en 1907, múltiples usos escénicos. Mientras al principio de su historia allí se escuchaban cuplés, una de sus últimas tareas fue albergar el Festival de Cine Gai y Lésbico de Madrid. Ya cerrado, en 2005, fue objeto de una okupación. Y, en 2013, volvió a abrir sus puertas oxidadas, pero solo para franquear el paso a seis artistas. De la inspiración que esa visita les produjo nace la exposición Cine Bogart, imaginar un edificio, que muestra en Centro Centro hasta el 12 de octubre el resultado de este experimento que mezcla arte, arquitectura, memoria y también política, en un asunto, el de los espacios abandonados, que es una recurrente preocupación de creadores y ciudadanos madrileños.
La comisaria artística Inés Caballero vivía cerca del cine, que está varado en pleno centro, la calle Cedaceros, a espaldas del Congreso de los Diputados y a unos pasos de la calle Alcalá, y pasaba casi a diario delante de sus puertas tapiadas. “Pensé en alguna forma de documentarlo antes de que cayera en el olvido, o la ruina fuera borrando las huellas de la arquitectura y de todas las historias que pasaron por él”, explica la comisaria.
“La mala gestión de las ciudades nos afecta directamente” sostiene la comisaria
Tras conseguir el permiso para entrar, encontraron el espacio en una situación ruinosa: “Está en estado de abandono”, explica Caballero, “aunque conserva la mayoría de los elementos arquitectónicos originales, el patio de butacas, la escalera imperial, las barandillas e incluso el proyecto del cine”. Los artistas visitaron el espacio en días diferentes, uno a uno, y lo recorrieron del mismo modo en el que se explora un laberinto. “Les dejé moverse a su antojo y cada visita fue diferente”, continúa la comisaria, “Javier Peña, por ejemplo, no podía salir de la escalera imperial que le fascinó por su trazado y luz natural. Luis Úrculo se entretuvo mirando como si fueran trofeos las entradas originales de mil colores que estaban todavía archivadas en un armario. Con Allard Van Hoorn la visita consistió en escuchar al edificio, una visita más sensorial, y con él encontré la última película que se proyectó en el cine en 2000”.
Y de aquí salieron la instalación sonora (que reproduce una visita al teatro remezclada con la última película que se proyectó) fabricada con vinilos verduzcos, 002 Urban Songline, del holandés Van Hoorn, que se puede ver con el resto en Centro Centro, la pieza audiovisual Paraisos de memoria de Úrculo, la instalación luminosa del brasileño Marlon de Azambuja, basada en los viejos apliques del teatro, o la reconstrucción artística de ciertos rincones del teatro realizada en Una larga espera por Leonor Serrano Rivas. Otras obras son la Serie Cine Bogart, de Nicolás Combarro o Escena de Javier Peña Ibáñez.
Los espacios abandonados de la ciudad producen con frecuencia iniciativas culturales como esta. Recientemente se puede visitar en espacio La Fragua, en La Tabacalera, la muestra Madrid Off, del fotógrafo Óscar Carrasco, que documentaba diferentes espacios abandonados como el Faro de Madrid, la Real Compañía Asturiana de Minas o el Mercado de Legazpi. También el Edificio España, que yacía inanimado como el mascarón de proa de un barco a la deriva en pleno centro de Madrid, fue objeto del documental Edificio España, dirigido por Víctor Moreno, que fue vetado temporalmente por el Banco Santander, propietario del inmueble, antes de venderlo al magnate inmobiliario chino Wang Jianlin. El colectivo crítico Todo por la praxis creó recientemente, además, una web en la que, mediante una consulta popular, los ciudadanos podían votar por su edificio abandonado “más deseado”, “más útil” o “más infrautilizado”. El propio Edificio España encabezó casi todas las clasificaciones. Otros espacios fueron La Caja Mágica, el Frontón Beti-Jai la vieja estación de Prínipe Pío, el Teatro Albéniz o el CREAA de Alcorcón.
Los vecnos pueden mostrar edificios en desuso en una plataforma digital
Como parte de Cine Bogart, imaginar un edificio se ha creado la plataforma digital imaginarunedificio.com que contiene un mapa interactivo de la ciudad de Madrid. En ella, cualquiera puede añadir y documentar edificios en desuso en la ciudad. “Son formatos que de una manera potente pero directa exploran la relación de la arquitectura y el arte con lo emocional, social y político. Al hablar sobre edificios abandonados en general a través de un formato artístico”, concluye Caballero “se está creando una profunda reflexión sobre cómo las consecuencias de la crisis y la mala gestión de las ciudades nos afecta directamente”.
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