Munilla descalifica ante Urkullu el derecho a decidir como principio
El obispo de San Sebastián lo define como un “pseudo valor” político y social
El derecho a decidir, el ideario sobre el que se sustenta buena parte de la vida política en Euskadi y Cataluña ha encontrado esta mañana hueco en la homilía que ha pronunciado el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, en la Basílica de Loiola. El prelado ha reprobado el principio político y su extensión a cualquier otro ámbito de la vida ante un público, en el que, entre otros, se encontraba el lehendakari, Iñigo Urkullu, que había participado minutos antes en la tradicional recepción de autoridades que celebra Azpeitia con motivo de la festividad del patrón de la provincia.
Munilla, que no se ha referido en ningún momento a la crisis abierta en la iglesia del territorio después de la publicación esta semana de una carta suscrita por 96 sacerdotes críticos con su gestión al frente de la diócesis, ha encuadrado el “derecho a decidir”, un “pseudo valor”, ha definido, en la “crisis de ideales” que impera en la sociedad.
“Derecho a decidir si el individuo desea seguir viviendo o prefiere suicidarse; derecho a decidir si llevar a término la gestación de un hijo o abortarla; derecho a decidir si se acepta la propia naturaleza o se rediseña a la carta”, ha enumerado Munilla, en clara referencia al aborto o la homosexualidad, para concluir la frase con un “derecho a mantener o romper los lazos de nuestra convivencia social”.
Un informe para Rajoy
Un cartel naranja colgado de la fachada del Ayuntamiento de Azpeitia exigía ayer libertad para Orkatz, una de las más de cien herrikos que según la sentencia de la Audiencia Nacional formaba parte del entramado de financiación de ETA. El local, situado en el municipio guipuzcoano, se ganó ayer su ración de protagonismo en la recepción de autoridades con motivo de la celebración del día del patrón de la provincia, al lucir, entre otros, el alcalde de Azpeitia, Eneko Etxeberria, y el diputado general, Martin Garitano, un pañuelo naranja anudado al cuello en contra de la sentencia.
Además, Etxerat, como cada año, entregó al lehendakari, Iñigo Urkullu, un informe sobre los presos de ETA ligados a la asociación. Un portavoz especificó a los periodistas que Urkullu entregó el año pasado el documento al presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, y que este año también se ha comprometido a hacérselo llegar. Etxerat invitó a Urkullu a participar en uno de los viajes que cada fin de semana organizan a diversas cárceles para conocer de primera mano “lo que significa la dispersión”.
El “derecho a decidir termina allí donde existe un bien objetivo que no tenemos derecho a ignorar”, ha resuelto el prelado, cuyo nombramiento en 2010 fue visto por muchos como el resultado del muro de contención diseñado por Rouco Varela, entonces presidente de la Conferencia Episcopal, para poner freno a una iglesia excesivamente nacionalista.
Minutos antes, el lehendakari en declaraciones a los periodistas ha defendido la necesidad de que la “nación vasca” sea reconocida por el Gobierno central o que este incluya en la Constitución “el derecho a consultar y que los ciudadanos también puedan ser consultados”. Urkullu ha asegurado desconocer cuando y si finalmente se celebrará la reunión que ha pedido con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y ha defendido que lo importante es que este dé respuesta a “los temas planteados” desde Euskadi.
Asuntos, según ha recordado el lehendakari, que pasan por la recuperación económica y la generación de empleo, “la pacificación y la convivencia”, y, “fundamentalmente, los temas que afectan en el día a día de los ciudadanos, los que tienen que ver con el desarrollo del autogobierno, el cumplimiento del estatuto de Gernika o los conflictos competenciales”.
Urkullu ha apuntado además que habló con el presidente de la Generalitat, Artur Mas, justo antes de la reunión que mantuvo el mandatario catalán este jueves con Rajoy, para “manifestarle mi apoyo y mi disposición permanente a que conjuntamente reflexionemos y participemos en las propuestas de un nuevo modelo de estado”.
El lehendakari, quien ha sido recibido a las puertas del Ayuntamiento de Azpeitia por el alcalde del municipio, Eneko Etxeberria, y por el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, también se ha referido al fin de ETA. Y mientras ha exigido a la banda terrorista un desarme “total y verificable”, así como el reconocimiento del “injusto daño causado”, también ha criticado la sentencia de la Audiencia Nacional por el caso de las Herriko Tabernas y que condena a 20 miembros de Batasuna. “Estamos en el año 2014 arrastrando una legislación excepcional. Las sentencias tienen que ajustarse a la realidad”, ha defendido.
Unas palabras más medidas que las de Garitano, pero en el mismo sentido. “Resulta lamentable volver a tener que denunciar la actitud de bloqueo de un estado frente al proceso de normalización política y de paz. Esta sentencia del llamado sumario de las herriko tabernas es un buen ejemplo de como es la situación en la que están los presos políticos vascos”, ha denunciado el diputado general de Gipuzkoa, preguntado por los periodistas.
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