La juez De Lara sospecha que hay dos ‘Josman’ en el PP de Ferrol
El militante José Manuel Vilaboy admite que su voz es la atribuida en un pinchazo al alcalde ferrolano, pero niega ser el que figura en la agenda del jefe de Vendex
En el PP de Ferrol hay, al parecer, dos Josman. Uno al que empezaron a llamar así cumplidos los 38 años, “a principios de 2011”, sus compañeros de partido pero que fuera de la sede sigue respondiendo al nombre de José Manuel Vilaboy Lois. Y otro, de momento sin determinar, cuya huella fantasmal aparece sucesivas veces, con citas entre junio y julio de 2011, en la agenda de José María Tutor, jefe en Galicia de Vendex, la empresa que vertebra la Pokémon. Este segundo Josman podría ser el que realiza también la espectral llamada a Tutor que se produce un día pasadas las 10 de la noche desde el teléfono del PP de Ferrol. Al otro lado salta el buzón de voz del empresario. Es un intento fallido. Pero como si de una psicofonía se tratara queda constancia en las grabaciones de los agentes de Aduanas. Ayer el Josman Vilaboy de carne y hueso que arrastra este alias desde hace solo tres años negó tener llaves de la sede popular y poder, por tanto, entrar a esas horas al local.
Vilaboy llegó por la tarde a los juzgados de Lugo —para declarar en calidad de testigo, igual que salió de allí casi tres horas después— con la certeza de que la juez Pilar de Lara le iba a preguntar por un par de llamadas a Tutor (pero no por otras como la tercera del día, a las 22.20 horas) realizadas desde el fijo de la sede del PP el 30 de mayo de 2011. Solo habían pasado ocho días desde las elecciones municipales que auparon a José Manuel Rey Varela a la alcaldía de la ciudad.
El militante estaba seguro de cuáles eran las respuestas que iba a dar a la instructora del caso Pokémon. Y de esta forma explicó que se encontró al llegar al partido una nota en la que se le avisaba de que debía llamar al móvil del responsable de Vendex. Él, militante raso, obedeció. Y su voz es, según él, la que se comunica con Tutor en una escucha en la que, al principio, ambos se expresan torpemente porque no se reconocen. “Soy José Manuel”, acierta pronto a decir la supuesta voz de Vilaboy. “¡Ah, Josman!”, responde la del representante de contratas públicas. Es la segunda llamada del día, a las 11.17 horas, de un total de tres que se realizan desde el PP, y la única que no es fallida. Josman y Tutor acuerdan verse al día siguiente en un restaurante de A Coruña, La Penela, porque el segundo tiene prisa por entregar unos “papeles” al primero.
Aduanas atribuyó esa charla al alcalde de Ferrol, que fue imputado por cohecho después de atar cabos: tras registrar varias conversaciones con miembros del PP en las que Tutor hablaba de entregar “papeles” y comprobar que existía un recibo rosa de Sermasa, una firma de Vendex, del 31 de mayo en el que constaba la anotación “Pedro Pérez Ferreiro: 3.000 euros”. Por otro papel de Tutor se sabe que solo hay que quedarse con las iniciales: “PP Ferrol: 3.000 euros”. Pero en su declaración Rey Varela lo negó todo y endosó tanto la apócope de Josman como la voz del pinchazo a Vilaboy, afiliado desde 1997 que siempre vivió en la sombra, hasta ahora.
Como simple vocal, en el partido contó ayer que no hacía gran cosa. Asistir a comités y ayudar de acomodador en los mítines. Curiosamente en uno de esos mítines de 2011 (días antes del 30), dijo, fue cuando se le acercó a hablar por primera vez Diego Calvo, presidente de la Diputación, al que no conocía “de nada”. Ni a él ni al teniente de alcalde de A Coruña, Julio Flores, aseguró a la juez. No obstante, según relató, ese día Calvo le vino a decir a Josman que había un empresario llamado Tutor y que Flores tenía mucho interés en que se conocieran.
En los archivos sonoros de la Pokémon aparece Tutor comentándole a Flores que quiere entregar de una vez los “papeles” a los de Ferrol. Y en otro momento este le dice a aquel que anote el número, que Calvo ya le ha facilitado el teléfono de Josman. Ayer, Josman reconoció que al final se vio con Tutor no el 31 de mayo, sino el 2 de junio. Y que el empresario no le dio nada. El 31, Tutor había escrito en su agenda: “Josman/JM/Coste 3.000”.
El 2 de junio, cuando según Vilaboy —“de forma casual”, porque había tenido que “ir a comprar ropa a A Coruña”— por fin se materializa la cita con José María Tutor (nueve días antes de tomar posesión como regidor Rey Varela), el empresario le dice que quiere introducir su empresa en Ferrol, que en la ciudad Vendex tiene mala imagen y que lo que de verdad le interesa es una reunión con el alcalde en ciernes.
Los investigadores creen que ese —poner en contacto a Tutor con Rey Varela— era el objetivo del teniente de alcalde de A Coruña, Julio Flores, cuando supuestamente intercedió. Y ayer Josman reconoció que cuando se encontró con él en A Penela, en plena plaza de María Pita, Tutor debía de creer que se iba a ver con alguien de más peso en el partido.
La sorpresa de la jornada llegó cuando De Lara usó la bala que guardaba en la recámara. No había constancia, hasta ayer, de que en la agenda intervenida a Tutor hubiese anotadas citas con “Josman” o con “Ferrol Josman” el 15 y el 20 de junio, además del 4 de julio. “¿Es usted el Josman de esas anotaciones?”, le preguntó la magistrada a Vilaboy Lois. Él dijo que no.
Bloqueo fallido de Currás
El concejal y exalcalde de Santiago, Ángel Currás, intentó bloquear este mes la declaración como testigos de varias trabajadoras de la guardería de Salgueiriños, el centro municipal cuya puesta en marcha provocó la imputación del popular en la Operación Pokémon. Currás alegó que la elevación al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia de los indicios contra la actual diputada autonómica y exedil compostelana Paula Prado “conlleva de forma implícita el cuestionamiento” de la “competencia” de la juez Pilar de Lara “para conocer de los hechos que guarden conexión con los atribuidos a aquella, y de las imputaciones de las demás personas a quien se le atribuya hechos coincidentes y vinculados”. La magistrada rechazó esta petición el 28 de julio.
La juez replica a Currás que “no existe causa alguna” para la suspensión o demora de las declaraciones, cuya validez “no queda en absoluto condicionada” por la decisión pendiente del Tribunal Superior. De Lara subraya que el caso de Prado “se basa en otros hechos distintos que nada tienen que ver” con la adjudicación a Sermasa de la guardería ni tampoco con el enchufe de su personal.
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