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SUCESOS

El asesino de Amaia Azkue permanecerá en el centro de menores de Zumárraga

El Juzgado de Menores de San Sebastián revisará anualmente la medida y la podrá revocar si el autor del crimen no cumple con el programa de reeducación

Ander Echeverría, asesino de Amaia Azkue, es conducido en el interior de un coche por la Ertzantza a una de las jornadas del juicio que en marzo de 2012 se celebró en San Sebastián.
Ander Echeverría, asesino de Amaia Azkue, es conducido en el interior de un coche por la Ertzantza a una de las jornadas del juicio que en marzo de 2012 se celebró en San Sebastián. JESÚS URIARTE

El asesino de Amaia Azkue, Ander Echeverría, seguirá cumpliendo su condena en el centro de internamiento de menores Ibaiondo de Zumárraga, a pesar de que el próximo mes cumplirá 21 años, para continuar con el programa de reeducación al que está sometido. La juez de Menores de San Sebastián ha dictado un auto en el que accede a que el condenado siga cumpliendo la pena de 10 años de internamiento en régimen cerrado en el centro, en lugar de hacerlo en una prisión común, tal y como establece la legislación vigente -salvo excepciones- y reclamaba la representación de la víctima.

Esta medida se revisará anualmente y puede ser revocada en cualquier momento por el Juzgado si considera que hay una involución en el proceso educativo del condenado o, simplemente, no avanza hacia los objetivos propuestos. La juez ha atendido a los informes del centro Ibaiondo y del equipo técnico que trabaja con Ander Echeverría., que apuntan a una evolución positiva en el joven, que admitió por primera vez la autoría del crimen el pasado 16 de julio.

Ander Echeverría asesinó a Amaia Azkue el 16 de marzo de 2011, cuando, según consta en la sentencia, la abordó en el aparcamiento de un hipermercado de Zarautz para robarle dos tarjetas bancarias y hacerse con las claves, tras lo que la mató golpeándole con una piedra y abandonó el cadáver en el pantano de Ibai-Eder de Azpeitia.

La juez valora los informes de la entidad pública de reforma y protección de menores y del equipo técnico que trabaja directamente con el penado en Ibaiondo, que apuntan a que el pasado mes de octubre "se produjo un principio de reconocimiento de los hechos", que se confirmó plenamente en la vista del pasado 16 de julio, en la que Ander expresó su arrepentimiento y pidió perdón a la familia de la víctima.

Estos informes detallan, según consta en el auto, que reconocer los hechos después de casi tres años le ha causado al condenado "dificultades en el ámbito familiar", ya que "algún familiar le dijo que no lo reconociera". Los educadores que trabajan con el joven perciben "una maduración emocional" en él, ya que "tiene mayor capacidad para darse cuenta de sus comportamientos", aunque apuntan a que el condenado sabía que al cumplir 21 años podría ir a prisión y reconocer la autoría del crimen le podría beneficiar. No obstante, consideran que, en cualquier caso, la confesión, aunque fuera instrumental, "implica una motivación para un cambio que ha permitido trabajar con él a partir de ese reconocimiento de hechos".

El auto recoge las palabras que pronunció Ander Echeverría el pasado 16 de julio, cuando admitió que hace tres años "carecía de empatía y autocontrol", que Amaia Azkue "no merecía morir" y que la víctima "pudo ser ella o cualquier otra, pero le tocó a ella". El condenado añadió que en Ibaiondo "le han hecho ver que su historia, su pasado, no tiene por qué ser su destino", tras lo que dijo estar arrepentido "y mucho".

La juez reconoce, tal y como argumentó la representación de la víctima, que debe destacarse la gravedad de los hechos y el daño causado, pero considera que el objeto que dirimir se refiere a "cómo debe continuarse la intervención que se está llevando a cabo con Ander". Admite que "solo de forma excepcional" debe permanecer en un centro de menores un condenado que cumple 21 años de edad y que el criterio para aceptar esta excepcionalidad consiste en que el penado "responda a los objetivos propuestos en la sentencia", una circunstancia que a su juicio concurre en este caso.

"También las manifestaciones del propio Ander evidencian la consecución de los objetivos fijados en la sentencia. Ha reconocido los hechos, ha asumido las consecuencias de sus actos. Es consciente de sus dificultades e incluso reconoce que le queda mucho por aprender", sostiene la juez de menores.

La resolución contempla la posibilidad de que el reconocimiento del asesinato sea instrumental, para evitar el traslado a prisión, pero valora que ha permitido "iniciar un trabajo al que ahora puede darse continuidad", al tiempo que considera que el tiempo que queda de condena "permitirá comprobar la realidad o instrumentalización del reconocimiento y petición de perdón". Por este motivo, la juez hace suya la petición del Ministerio Fiscal de que la medida se revise anualmente y pueda ser revocada si se comprueba que el condenado no avanza en su proceso de resocialización. Este auto puede ser recurrido en reforma en el plazo de tres días tras su notificación.

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