Sortu defiende que ahora le toca al Gobierno central desarmarse

Sólo la izquierda abertzale ha sabido encontrar algo positivo en las palabras del último comunicado de ETA. Porque donde el resto de partidos vascos no han visto más que palabrería y han exigido hechos concretos a la banda -disolución y desarme definitivo-, Sortu ha defendido esta mañana que el "desmantelamiento de estructuras militares", lo anunciado el domingo por la banda, supone una decisión de "gran calado". Un paso importante porque "ETA anuncia la disposición más que evidente de pasar a ser un actor político desarmado", ha subrayado el portavoz de Sortu, Pernando Barrena.

Es más, para la izquierda abertzale, poco más se le puede exigir a la banda, a la que ya no considera un "actor armado". "ETA avanza en la conversión de una organización totalmente desarmada y eso es a nuestro entender lo que es exigible en términos de paz y de normalización política" porque las "condiciones de disolución podrán plantearse pero no desde el interés del proceso de paz". Barrena ha advertido que a quien hay que exigir es al Gobierno central. "Sería deseable que otros actores que siguen utilizando armas y siguen utilizando la violencia con objetivos políticos procedieran en los mismos términos", ha denunciado el portavoz de Sortu.

"A la sociedad vasca lo que le interesa es que las armas desaparezcan de una vez por todas del conflicto político vasco y con esta decisión ese factor desaparece al menos en lo que a ETA se refiere", ha especificado Barrena.

El portavoz de Sortu ha subrayado que sólo el proceso de paz ha avanzado "gracias al compromiso de la parte vasca, por encima del boicot permanente que se practica desde Madrid". Para la izquierda abertzale el Gobierno central con, entre otras cosas, la política en materia penitenciaria es quien ralentiza el desmantelamiento de ETA. "El maltrato que sufre este país proviene de Madrid y eso la sociedad vasca lo sabe sin género de dudas", ha concluido Barrena.