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Jon Aguirre Such | Exportavoz de Democracia Real Ya

“La regeneración de los partidos grandes es pura fachada”

El miembro del 15-M que apareció en la revista Time cree que su protagonismo fue malo El arquitecto sigue haciendo política con el urbanismo, con su empresa Paisaje Transversal

Eneko Ruiz Jiménez
Aguirre, junto al Bizkaia Aretoa en Bilbao, donde se celebra ACOP.
Aguirre, junto al Bizkaia Aretoa en Bilbao, donde se celebra ACOP.F. Domingo-Aldama

Jon Aguirre Such (San Sebastián, 1984), exportavoz de Democracia Real Ya, fue una de las caras reconocibles del mar de rostros anónimos del 15-M. Hace tres años, se asomó en la revista Time como representante de los indignados españoles y acudió a diversos programas de debate para explicar sus motivos. Pero el protagonismo no era lo suyo. Decidió retirarse de lo público y centrarse en Paisaje Transversal, empresa de arquitectura urbana conectada a la participación ciudadana, la ecología y la creatividad. “Sigo haciendo política”, asegura. Ayer participó en el Encuentro Internacional de Comunicación Política ACOP, cuya tercera edición comenzó ayer en Bilbao. El asociacionismo ciudadano nacido del movimiento en el que participó es ahora el principal objeto de estudio de sus charlas y coloquios.

Pregunta. ¿Qué fue de los protagonistas del 15-M?

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Respuesta. Eché un paso atrás. Ese protagonismo era contraproducente para el movimiento y para mí. Me di cuenta de que no podía seguir tan expuesto. Decidí focalizarme en mi actividad profesional [Cuando salió en el 15-M, era estudiante de arquitectura] y en el proyecto en el que trabajaba desde 2007. Trataba de aportar cosas donde realmente sé: el urbanismo, la participación ciudadana... Todo lo que tocamos en Paisaje Transversal tiene política, como en las protestas de Gamonal o en el Mundial de Brasil, también se hace política.

P. Pero, ¿sigue el 15-M vivo?

R. Perviven situaciones tangibles como la lucha antidesahucios y la paralización de la sanidad privada, pero lo más importante es la convicción política de gente que ha decidido intervenir y ayudar para recuperarse. Se ha movilizado la conciencia. Ha cambiado la manera de concebir la vida diaria la política.

P. ¿Siguen vigentes los mismos mensajes y propósitos?

R. Todavía hay que cambiar el sistema de raíz, y eso no se hace en un día. Se recortan más nuestros derechos, y ni las élites ni el propio sistema saben resolver los problemas reales. La situación está peor que hace tres años. Las desigualdades van a ser imposibles de recuperar.

P. ¿Representa un partido como Podemos aquel grito?

Las asociaciones de barrio nacidas tras el 15-M han cambiado la política

R. Hay ciertas situaciones herederas en método y mensajes, pero no es el 15-M. Surge de la misma coyuntura y responde al mismo contexto histórico y cultural, pero se mueve en un terreno con otras reglas, las de los partidos. El 15-M se negó a cumplir esos paradigmas de organización que no nos interesaban.

P. ¿Ha demostrado el movimiento que las redes sociales son el camino o que los antiguos medios siguen mandando?

R. Es una estrategia híbrida entre nuevos y antiguos. Es verdad que otras iniciativas como el Partido X volcaron su campaña para las europeas solo en las redes y tuvieron un resultado mucho peor.

P. ¿Cómo ve la renovación de partidos como el PSOE?

R. Es lo que venden. No les queda otra y tiene miedo a perder poder. La regeneración es pura fachada y no va la raíz del problema, en su estructura.

P. ¿Cambiarán su estructura?

R. No. Por las deudas acumuladas con los elementos internos y externos. Es imposible y no les interesa. No creo que puedan liderar el cambio. Ese tipo de partidos no pueden solucionar los problemas que ellos han creado.

P. ¿Pueden tener las asociaciones vecinales fuerza cara a las elecciones?

R. A nivel de municipales será interesante ver cómo responden y repiten modelos vigentes. Sería bueno sacar un manual 'hazlo tú mismo' de cómo hacer una candidatura ciudadana. Los resultados no serán lo importante sino el aprendizaje. Pero lo que se está cocinando ahora, tal y como está surgiendo, no servirá para las generales.

P. ¿Corren el riesgo de desaparecer y ser flor de un día?

R. Nacen de tres años de aprendizaje, y la gente, al contrario que en el 15-M, ya sabe de que va. Son conscientes de que son espacios donde la gente entra, sale, se implica, lo deja... Se adaptan a su ritmo de vida.

P. ¿Se hizo algo mal en el 15-M?

Podemos se mueve en un terreno donde nosotros nos negamos a entrar

R. Se cometieron errores y aciertos. Nadie nace sabiendo. Pero esos errores y desaciertos permitieron hacer nuevas preguntas. Autocriticarnos, reconfigurarnos y seguir adelante.

P. ¿El furor mediático fue bueno para el movimiento?

R. Lo puso en el candelero, pero no supieron entender los parámetros de la organización. Buscaron un referente como Fabo [Gándara] o yo. Tampoco nosotros sabíamos describirlo.

P. ¿Cuál es el secreto para movilizar a la gente?

R. Deben encontrar el espacio donde estén cómodos, sea en cosas pequeñas o grandes. Que cada uno participe desde su lugar, y que eso le sirva para emanciparse y tratar de ser feliz.

P. ¿Qué le empujó a salir a la calle?

R. Un cúmulo de circunstancias. Vas de un coloquio sobre el escritor Stéphane Hessel, donde conoces su ¡Indignaos!, a una asamblea y cuando te quieres enterar, estabas en la Puerta del Sol, encima de un camión y soltando arengas. Y así, la locura. Me movía el compromiso social. Tratar de dar con un mundo más equitativo y con más justicia social.

P. ¿No se quedó con las ganas de meterse en política?

R. En política estoy, pero los partidos como están concebidos no me interesan. Me acerco a espacios sin ataduras ideológicas ni de forma. He trabajado en grupos de derecho a la vivienda y ahora quiero lugares donde pueda aportar mi conocimiento.

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Sobre la firma

Eneko Ruiz Jiménez
Se ha pasado años capeando fuegos en el equipo de redes sociales de EL PAÍS y ahora se dedica a hablar de cine, series, cómics y lo que se le ponga por medio desde la sección de Cultura. No sabe montar en bicicleta.

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