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El sainete del teatro Calderón

La SGAE cierra el recinto por seguridad, pero planea la sombra de un desahucio por impago

Elisa Silió
Fachada del teatro Caser Calderón.
Fachada del teatro Caser Calderón.kike para

El culebrón de la Sociedad General de Autores (SGAE) no tiene fin. Un nuevo capítulo lo firma el emblemático teatro Caser Calderón, cerrado a cal y canto en 24 horas. El pasado jueves la Escuela Infantil de las Artes Escénicas tuvo que sacar corriendo sus enseres —luces incluidas— y buscar una nueva sede para acoger su campamento infantil y no dejar tirados a los 65 niños apuntados. El teatro Fígaro se hizo cargo, mientras que el Apolo albergará la función Locos, locos, locos en el mes de agosto. ¿Qué ha pasado para tanta premura en su clausura?

El lunes Wonderland—sociedad participada en un 51% por la SGAE y otro 49% por el empresario Luis Álvarez y que gestiona el teatro— anunció a los medios que había clausurado el recinto por la “necesidad de realizar una serie de obras indispensables en el edificio” (sujeción de la fachada y sistema eléctrico), porque “la seguridad del público y del personal técnico y artístico debe prevalecer”. Pero otras fuentes niegan el peligro —se han puesto redes en la fachada— y aseguran que Wonderland debe a los dueños, la empresa Rialto Inversiones, unos 250.000 euros (5 meses), por lo que planea la sombra del desahucio. En SGAE niegan esta suma, pero no certifican estar al día en las mensualidades.

En Rialto Inversiones prefieren no hacer declaraciones hasta no conocer bien la situación, de la que nadie les ha informado. Pero lo que sí confirman es que no existe riesgo de derrumbe y que en septiembre iban a empezar unas obras para devolver la fachada a su imagen original ante las celebraciones de su centenario en 2017. Hace 15 años, bajo gestión del presentador José Luis Moreno, una mujer murió aplastada al caer un trozo de la cornisa y, desde entonces, se extreman las precauciones.

Wonderland tiene hasta el jueves tiempo legal para avisar al productor de Locos, locos, locos, Alberto Monrabal, de que han cerrado el foro. Para el valenciano esta clausura tiene graves consecuencias económicas. Fuentes próximas cuentan que hay que tirar toda la cartelería y que será necesario adaptar el escenario a otro de distinta forma. Se habían vendido 1.000 entradas y 1.000 abonados habían reservado sus asientos. Hasta hace pocos días el público ha podido sacarse el abono de la temporada. Ni su página web ni sus cuentas en redes sociales informaban ayer del fin de las funciones.

La junta ha parado la venta de dos teatros

Ya en 2004, tras dos años de litigio, el juez dio la razón a Luis Álvarez —entonces único gestor del Calderón— tras ser denunciado por los dueños por impago de la cuota pactada. El juzgado consideró que estos habían intentado cambiar las condiciones de explotación y desestimó el desahucio. Este diario no ha podido contactar con Álvarez, fuera de España según su oficina.

La SGAE entró en el teatro con la idea de crear, a través de Arteria, la mayor red de espacios escénicos de España y Sudamérica. Pero los ingresos de la sociedad de autores no logran cubrir los 400 millones de euros gastados en la compra de suelos, edificios, cánones municipales o ejecución de obras. Ello supone pagar 20 millones de crédito al año.

El Ministerio de Cultura pidió a la SGAE que en tres años se deshiciese de los inmuebles, que el expresidente Teddy Bautista describía como “incubadoras de conocimiento y espacios teatrales”. Algunas fuentes consideran que, en esta línea, quieren deshacerse del Calderón si es deficitario. La junta directiva de la SGAE paralizó ayer la venta a la multinacional Stage de los teatros madrileños Coliseum y Lope de Vega, por 23 millones menos de lo que pagaron por ellos hace cinco años.

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Sobre la firma

Elisa Silió
Es redactora especializada en educación desde 2013, y en los últimos tiempos se ha centrado en temas universitarios. Antes dedicó su tiempo a la información cultural en Babelia, con foco especial en la literatura infantil.

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