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Una mujer muere aplastada en el coche al caer una cornisa del teatro Calderón

Una mujer que circulaba en coche murió anoche aplastada al caerle encima parte de la cornisa del teatro Calderón. El accidente, en el que los otros tres ocupantes del vehículo resultaron heridos leves, ocurrió a las 22.45, en la transitada calle del Doctor Cortezo (distrito Centro), muy cerca de los cines Ideal. Los bomberos y la Policía Municpal atribuyeron el desprendimiento a una filtración de agua en la cornisa, debida a las lluvias y a la ausencia de revestimiento metálico. El derrumbe sobrevino cuando en el teatro se celebraba la opera lírica Norma, de Bellini.Los asistentes al teatro oyeron un fuerte crujido, pero los responsables de la sala no les informaron de los sucedido para evitar que cundiese la alarma. Luego, al salir, los espectadores supieron de la desgracia.

El desprendimiento no afectó a ningún peatón. Y ello pese a que el enorme bloque de piedra, de unos 70 kilos, cayó desde una altura de 40 metros y en un lugar muy cercano a los Ideal. La masa de ladrillos impactó sobre la parte posterior de un Peugeot 205 que en ese momento pasaba por la calle del Doctor Cortezo en dirección a la plaza de Jacinto Benavente.

El techo del turismo se hundió, aplastando la cabeza a Carmen Alonso Bertol-Luzardo, de 18 años, que iba sentada justo detrás del asiento del conductor. Los facultativos del servicio de ambulancias municipal (Samur) trataron de reanimarla durante media hora. Sin éxito.

"El golpe fue mortal, no tenía solución", afirmó el portavoz del Samur desde el lugar de los hechos.

Los otros tres ocupantes del vehículo resultaron heridos leves. El conductor, Raúl Gómez Espí, perdió la conciencia, pero la recuperó rápidamente. Fue trasladado al hospital de La Princesa con un golpe en la cabeza de carácter leve. Los otros dos afectados, Miguel Mollano Molina, de 20 años, e Irene Antona Gómez sufrieron contusiones.

Tras el accidente, la Policía Municipal acordonó la zona ante la posibilidad de que se registrasen nuevos desprendimientos.

Los bomberos, por su parte, llevaron una autoescala desde la que accedieron a la cornisa y, tras retirar un bloque de ladrillo, comprobaron que el resto de la construcción se hallaba en buen estado y que, por lo tanto, no existía riesgo. De todos modos, los operarios municipales sanearon rápidamente la parte afectada para evitar que la caída de pequeños cascotes.

El teatro Calderón es propiedad del conocido cómico y ventrilocuo José Luis Moreno. Este periódico trató anoche sin éxito de recabar su versión.

El Ayuntamiento afirma que sobre el edificio no pesaba ninguna denuncia

Los miembros del Samur intentaron durante 30 minutos reanimar a la víctima, que se encontraba tendido en la acera. Pero fue en vano. Poco después del accidente se presentó en el lugar de los hechos un amigo de las víctimas, precisamente, el dueño del vehículo en el que viajaban los tres heridos, un Peugeot 205, de color gris. Al ver la tragedia, comenzó a llorar. Los servicios de asistencia sanitaria intentaron tranquilizarle. Finalmente, se subió en una ambulancia con uno de los heridos rumbo al hospital.

Un testigo del suceso, muy nervioso, contó al juez que el bloque de piedra había estado a punto de caerle a él encima. Relató que escuchó un golpe a sus espaldas, que miró para atrás y que observó el vehículo hundido. "Me he salvado de milagro", comentó. El techo del coche estaba completamente destrozado, con la parte posterior derecha hundida. El juez de guardia llegó alrededor de las 12 de la noche y media hora después ordenó el traslado del cadáver al Instituto Anatómico Forense.

Fernando Macías, del departamento de Edificación Deficiente del Ayuntamiento, comentó ayer a este periódico, tras enterarse del incidente, que el teatro Calderón "no tenía ninguna denuncia por su mal estado". "Si alguien hubiera advertido que algo malo podía pasar con el edificio nos habríamos enterado nosotros los primeros, pero no nos consta que el teatro Calderón tenga ningún expediente abierto", afirmó.

Macías añadió que la lluvia, junto con el mal estado de los materiales, es la causa de todos estos desprendimientos "que son muy corrientes". "Lo que pasa es que si la cornisa no cae encima de alguien no se comenta", dijo.

El Ayuntamiento tiene pensado aprobar en el próximo pleno lo que ya se denomina la ITV de los edificios, esto es, un control que deberán pasar todos los inmuebles de la capital, empezando por los más antiguos, a partir del año 2000. La tragedia recordó, a alguno de entre el centenar de curiosos que ayer se arremolinaban al lado del Calderón, el hundimiento, en enero de 1993, de la marquesina del cine bilbao. Entonces murieron seis personas y otras 11 quedaron heridas.

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