Medalla de oro en pesca de ‘muxe’ radioactivo

Hay dos fiestas veraniegas en las que Mugardos es el epicentro mundial. La primera, la Festa do Polbo, al estilo mugardés, que este sábado abarrotó el puerto de esta localidad al sur de la ría de Ferrol. La segunda es el campeonato mundial de pesca del muxe radioactivo, o 'munxe' como le dicen en la villa, que se disputó esta misma tarde en los muelles del paseo marítimo. Es algo así como el 'campanu', que es el primer salmón de la temporada, pero adaptado con retranca a la idiosincrasia de la comarca ferrolana.

El 'muxe' (mújol o lisa en castellano) es ese pez plateado que abunda en las zonas más sucias de los puertos y rías. Los mugardeses tiran de ironía y le sacan partido a la proximidad de la planta de gas de Reganosa, en Punta Promontoiro, en la parroquia de Mehá, a muy pocos metros de las casas de esta aldea y que fue muy contestada desde que echó a rodar el proyecto a primeros de este siglo. La oposición vecinal a la única regasificadora gallega ha perdido empuje desde que comenzó a operar en 2007 pero no se ha diluido y sigue rechazando la entrada de cada gasero -van 173- y persiste en la vía judicial con varias causas abiertas contra la compañía.

La pesca del 'muxe radioactivo', una variedad que Mugardos reivindica como autóctona pero que tiene otra réplica en las Festas da Dorna, en Ribeira, es una de las pruebas más socarronas de sus Olimpiadas de Peñas (del 11 al 18 de julio). Unas 60 personas, pescadores expertos y sus jóvenes aprendices, echaron la caña a la ría esta tarde pero la medalla de oro se la llevo Arancha, de la peña Los Lonas, con un ejemplar de 1,750 gramos, cuenta César Pena, del Comité 'Olímpico' mugardés.

Sus olimpiadas son la suma de varias competiciones de lo más original que la Comisión de Caralladas Mugardesas organiza y disputa desde el 2009 en las que se implica todo el pueblo, mayores o pequeños, por equipos o de uno en uno. Tienen el concurso del canto tabernario, el campeonato de chinchimoni la búsqueda del tesoro, la carrera de huevos, el lanzamiento de rizón, varios clásicos como el 'brilé', el juego de la ranas o los dados, el 'tunning' de carretillas y o la modalidad de carretilla humana con sus correspondientes ceremonias de apertura y clausura, antorcha olímpica -o más bien facho- incluida.

A las pruebas se puede anotar cualquiera incluso media hora de su inicio sin más requisitos que estar dispuesto a participar en la “juerga más grande que se haya inventado en toda la vuelta”. Hay medallas que simulan de ser de oro, plata y bronce para los tres mejores en cada disciplina y en 2013, el otro premio se pagaba en 'carallaeuros' y se canjeaba por consumiciones gratis en los bares del pueblo.