Ikea seguirá sin poder abrir los domingos

La recientemente inaugurada tienda de Ikea en Alfafar seguirá sin poder abrir los domingos y festivos. El consejero de Economía, Máximo Buch, explicó este miércoles la decisión de la Generalitat argumentando que en el proceso de solicitud no se ha acreditado que el municipio del área metropolitana de Valencia “sea realmente una zona donde vayan muchos turistas”.

El razonamiento responde a que la Generalitat, siguiendo una norma del Gobierno, vinculó por ley la posibilidad de abrir en festivos, rechazada por todo el sector comercial salvo el de las grandes superficies, con el hecho de que un municipio o un área dentro de una población fuera declarada zona de gran afluencia turística.

Tal formulación no impidió que la Generalitat autorizase el año pasado las aperturas en festivos en zonas que objetivamente resultaba imposible considerar de gran afluencia turística. Ni siquiera de pequeña afluencia turística, como el entorno del campo del Levante y del centro comercial Arena, en el barrio de Orriols de la ciudad de Valencia.

Buch afirmó que aunque es la Generalitat la que concede los permisos extraordinarios de apertura son los Ayuntamientos los que tienen “la última palabra”. “El que mejor conoce a sus comerciantes y sabe si hay veraneantes, si tienen fiestas y si conviene o no es el alcalde”, dijo.

El consejero no abordó este miércoles la cuestión. Pero hace unas semanas responsabilizó a la “mala gestión” del Ayuntamiento de Alfafar, que gobierna su partido, el PP, del conflicto con la multinacional sueca. El Ayuntamiento solicitó en su momento la declaración del municipio como zona de gran afluencia turística. Pero las elecciones europeas cambiaron los planes del alcalde Juan Ramón Adsuara. El Partido Popular quedó en segundo lugar, superado por los socialistas. El 44% de los votos que había conseguido en 2011 se redujeron al 24%.

Según fuentes de la Generalitat ese resultado llevó al alcalde a rectificar y a oponerse a la declaración de zona turística. Para entonces, sin embargo, Ikea formaba parte del procedimiento por ser parte interesada, lo que ha obligado al Gobierno valenciano, después de algún amago favorable al gigante del diseño de bajo coste, a rechazar la petición.

El consejero presumió que los directivos de Ikea “no estarán de acuerdo” con la decisión, e indicó que pueden recurrirla por la vía administrativa o ante los tribunales. Consciente del desgaste que el aumento de aperturas en festivos le está acarreando al Consell de la Generalitat, al erosionar el apoyo de un sector social que ha sintonizado históricamente con los populares —y antes con Unión Valenciana— en la comunidad autónoma, Buch instó al sector a “consensuar el desarrollo de una nueva ley que regule mejor” el horario comercial.