La huelga de Lugo cumple un mes con 300 toneladas de basura en las calles

Un mes se cumple ya desde que el 9 de junio la plantilla de trabajadores de Urbaser, la concesionaria de la limpieza en Lugo, inició la huelga que mantiene apiladas en las calles de la ciudad 300 toneladas de residuos malolientes. El saldo de estos 30 días lo completan los más de 80 focos de emergencia sanitaria; una denuncia de atropello por parte de un sindicalista contra un directivo de la empresa; tres reuniones con la mediación del Consello de Relacións Laborais; el enfrentamiento de la oposición con el gobierno local; y, sobre todo, el cabreo de los lucenses por el hedor insoportable y lacerante. Las posiciones entre las partes se mantenían muy distanciadas ayer hasta que a media tarde se convocó otro encuentro para intentar solucionar el conflicto, una reunión que al cierre de esta edición seguían celebrándose.

Es una de las huelgas de basura más largas que se recuerdan en Galicia. El récord, recuerda Julio Pacio, de UGT, se batió en un ayuntamiento de la provincia de A Coruña con 87 días. Ayer, antes de iniciar la tercera reunión con la concesionaria, Pacio tenía claro que se trata de una “carrera de fondo”: “Nos tenemos que pelear con una multinacional como ACS [matriz de Urbaser], cuyo presidente es Florentino Pérez, y el Ayuntamiento de Lugo que le da bocanadas de aire fresco”, afirmó el representante de la plantilla, uno de los 11 miembros del comité de empresa o de huelga que fueron despedidos por Urbaser. “El gobierno local no está descansando ni desatendiendo la situación sino que estamos permanentemente trabajando para que el impacto se reduzca a lo mínimo posible en una situación de manifiesto incumplimiento de los servicios mínimos por parte de Urbaser”, replica el portavoz del gobierno lucense y concejal de Medio Ambiente, Luís Álvarez.

La denominada Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas ha alertado incluso de la “posible proliferación de ratas y cucarachas y otros organismos nocivos para la salud”. “Las ratas y las cucarachas, son las plagas que más rápido se extienden ante la presencia de basura y residuos orgánicos, puesto que si estos se amontonan en la superficie urbana, las ratas y cucarachas abandonan las alcantarillas y salen a la calle en busca de alimento”, avisa el colectivo.

Y hasta la Xunta admitía ayer por boca de su vicepresidente, Alfonso Rueda, que está preocupada por esa estampa de las calles de Lugo repletas de basura, pese a la intervención de la empresa pública Tragsa, llamada por el Ayuntamiento para suplir a los huelguistas en aquellos puntos que se decretan como focos de alerta sanitaria. “La Consellería de Sanidade está cumpliendo con sus obligaciones, que es detectar los puntos de alerta sanitaria para darle inmediatamente cuenta al Ayuntamiento y que se arreglen esas situaciones puntuales”, afirmó Rueda.

El conflicto estalló en la negociación del convenio colectivo a aplicar este año y el próximo. La plantilla reivindican una subida en consonancia con el IPC, un incremento que sí aplica el Ayuntamiento en la partida de alrededor de siete millones de euros que abona anualmente a la empresa. El personal lucha además por que se les consoliden otros derechos sociales, sobre todo a los operarios del turno de fin de semana, que trabajan 17 horas.

Urbaser tendrá que hacer frente a una propuesta de sanción de 30.000 euros que le ha impuesto el Ayuntamiento. El gobierno local estudia descuentos en los recibos de la basura a los vecinos, una sugerencia también trasladada desde el PP por su portavoz, Jaime Castiñeira. “Se está tirando por tierra reconocimientos como la Escoba de Plata conseguida hace seis años y que valoraba, precisamente, el esfuerzo en la limpieza urbana”, lamenta Castiñeira.

El Ayuntamiento ha pedido a Urbaser que pacte con los trabajadores como en Santiago, donde la plantilla amenazó con una huelga similar a la de Lugo durante las Fiestas del Apóstol. El edil socialista Luís Álvarez insiste en que la concesionaria debe ofrecer a los empleados lucenses “unas condiciones como mínimo iguales a las de Santiago”, una salida que no satisface a la plantilla. “Como dice él [por el alcalde], si hubiera copiado el proceder del alcalde de Santiago la solución ya estaría lista hace bastantes días, pero aquí el resultado es nulo”, se queja Pacio.

La delegada de la Xunta en Lugo, Raquel Arias, pide al Ayuntamiento más “celeridad” en la retirada de basura de los “puntos críticos”. “Una vez que Sanidade informa al Ayuntamiento de cuáles son queremos que de forma inmediata se vayan recogiendo”. Por el medio quedan varias denuncias de la empresa a los trabajadores por incumplimiento de los servicios mínimos que la representación sindical considera abusivos. Y denuncias también de la plantilla a Urbaser por “vulneración del derecho de huelga” al acreditar, incluso con un informe de la Inspección de Trabajo, que han actuado en Lugo trabajadores de Urbaser procedentes de otros ayuntamientos.