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“El Liceo debe impulsar a jóvenes compositores y nuevas voces”

Christina Scheppelmann asumirá la dirección del teatro en enero de 2015

Blanca Cia
La nueva directora artística del Liceo, Christina Scheppelmann.
La nueva directora artística del Liceo, Christina Scheppelmann.MASSIMILIANO MINOCRI

Pese a que Christina Scheppelmann, nombrada el viernes directora artística del Liceo por la Comisión Ejecutiva del teatro, todavía no ha firmado el contrato que le unirá al Liceo barcelonés desde enero próximo hasta 2020, ya tiene algunas ideas muy claras del rumbo del coliseo barcelonés. “Se debe mantener un proyecto artístico de calidad, con voces grandes, producciones buenas pero con la concurrencia de otros géneros musicales, nuevas ideas con jóvenes compositores y libretistas y cantantes jóvenes”, explicaba ayer en un primer contacto con los medios de comunicación.

Scheppelmann (Hamburgo, 1965) ha estado en los últimos dos años al frente de la Royal Ópera House de Muscat (Oman) y tiene una amplia experiencia internacional de más de 26 años. “Todavía me acuerdo de que entraba con los bomberos al Liceo tras el incendio para intentar recuperar cosas”, recordaba Scheppelmann, que ocupó la dirección adjunta a Albin Hänseroth entre 1992 y 1994. También trabajó como asistente en la dirección artística en la Fenice de Venecia. A los 28 años asumió la dirección artística de la Ópera de San Francisco, donde apostó por voces desconocidas, como la de una jovencísima —24 años— Anna Netrebko. Su debut en San Francisco fue el despegue de la carrera profesional de una de las principales sopranos de la escena actual de la ópera. “Salió bien, también pudo salir mal, pero creo que hay que apoyar las voces jóvenes”, apuntaba ayer la nueva directora artística del Liceo. Y lo quiere hacer a través de la Ópera Studio, un espacio que permita dar una oportunidad a jóvenes cantantes, músicos, directores escénicos, compositores y libretistas. Algo que permitiría recuperar la actividad del Foyer del teatro que dejó de funcionar como espacio artístico hace unos años, dentro de los primeros recortes que sufrió el Liceo.

“Obras de repertorio, grandes títulos y mucha más ópera del siglo XX pero de calidad. Y llegar a un equilibrio entre tradición e innovación”, resumió Scheppelmann como su futura hoja de ruta. “Todos los teatros de ópera del mundo están buscando fórmulas que garanticen que la lírica exista dentro de 100 años”, comentaba. Una de esas fórmulas pasa por las coproducciones, que la nueva directora quiere promover más, y también obras de pequeño formato, una experiencia que ella misma impulsó como directora artística de la Washington National Ópera, cargo que asumió entre 2002 y 2012.

Consciente de la delicada situación económica del teatro —con un plan estratégico financiero en marcha para reducir una deuda de 16 millones de euros—, Sheppelmann avanzó que habrá que buscar “soluciones imaginativas” para que no se resienta la calidad de las producciones. También dejó claro que los montajes no tienen ser “hipermegalácticos” para que sean buenos. “Se puede hacer una Traviata, pero tal vez con otras formas”, especificaba.

Después de 20 años de estar fuera de Barcelona, Sheppelmann se ha impuesto como primera obligación ponerse al día del escenario cultural y artístico de la ciudad. “Estoy convencida de que se puede trabajar y colaborar más intensamente con otros centros culturales”, añadía. De hecho, otros teatros, como el Teatre Nacional de Catalunya (TNC) han programado representaciones de ópera.

Consciente de que hay una buena parte del público del Liceo amante de las grandes voces, Sheppelmann admitió que las necesitan: “Que venga uno de los grandes tenores o sopranos no es solo cuestión de caché. Muchas veces pesan aspectos personales o como se organiza el calendario de funciones y ensayos”, precisaba. Lo cierto es que entre los finalistas de los 49 candidatos que se presentaron al concurso convocado por el Liceo —por la marcha de Joan Matabosch al Teatro Real e Madrid— una de las cualidades especialmente valoradas de Scheppelmann ha sido sus contactos internacionales y el conocimiento directo de figuras del bel canto, según reconocía un miembro del comité ejecutivo del Liceo.

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Nieta de catalana y con familia en Barcelona, Sheppelmann reconce que en su decisión se ha mezclado lo sentimental y “la gran oportunidad de estar al frente del Liceo”. Una apuesta que se verá a partir de 2016 ya que la temporada que ahora empieza ya estaba cerrada.

 

La nueva directora artística del Liceo, Christina Scheppelmann/ M. MINOCRI

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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