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El PP arrebata al BNG la alcaldía de Arbo con una moción de censura

Un pacto de los populares con ediles independientes desplaza al regidor nacionalistas

Los cinco concejales del PP y dos independientes de AIAR han votado este viernes a favor de la moción de censura que aparta de la alcaldía de Arbo al nacionalista Xavier Simón, en un pleno cargado de emotividad, en el que los presentes iban ataviados con camisetas en contra de la línea de alta tensión que cruzará esta localidad y otras con el lema 'Arbo non se vende'.El portavoz del PP y ahora alcalde, Horacio Gil, ha justificado la presentación de esta moción por la pérdida de confianza de la Corporación en Xavier Simón, y ha insistido en que su grupo está "plenamente legitimado" para ofrecer una alternativa de gobierno.Asimismo, ha acusado al nacionalista de haber propiciado una situación de "desgobierno" al no mantener su pacto con AIAR, de ser "incapaz" de aprobar unos presupuestos municipales en los últimos dos años y de propiciar la "crispación".

Tras tomar el bastón de mando, Horacio Gil ha prometido ponerse "manos a la obra desde el primer instante" para devolver la "estabilidad" a Arbo. "Los vecinos demandan eficacia y eficiencia, y yo asumo esa responsabilidad. Estará a la altura de lo que el Ayuntamiento merece", ha proclamado.

Por su parte, el portavoz de Alternativa Independiente de Arbo (AIAR), José Simón Ferro, ha justificado el apoyo a la censura por la actitud del alcalde que, a su juicio, "dejó de lado el interés municipal en favor de intereses ideológicos y de partido". "Tras las elecciones apoyamos un gobierno del BNG para dos años, ése fue nuestro primer error", ha apuntado Simón Ferro. A ese respecto, ha subrayado que, pese al acuerdo entre nacionalistas e independientes, Xavier Simón no cumplió el pacto y no le cedió la alcaldía al cabo de esos dos años, un extremo que ha sido negado por el nacionalista.Sobre el apoyo al PP, el portavoz de AIAR ha matizado que "no es incondicional", sino que exigirán a Horacio Gil "que siga con las cosas que se estaban haciendo bien".

La posición de Simón Ferro ha sido duramente criticada por su anterior compañera de partido, Fabiola Durán (única independiente que se quedó en el gobierno cuando se rompió, hace un año, el pacto entre AIAR y BNG), quien advirtió al concejal de que "ni los votantes de AIAR ni el pueblo de Arbo están en venta".Durán ha recriminado a su antiguo compañero de filas que no quisiera ser alcalde hace un año, y que ahora apoye a Horacio Gil, pese a haberse presentado a las elecciones demandando "un cambio". "Tendrás que explicar por qué ahora apoya a alguien a quien no quiso hacer alcalde antes", le ha reprochado.

Por su parte, Xavier Simón (muy aplaudido por los presentes en el salón de plenos y por vecinos que se congregaron a las puertas del consistorio), ha defendido la gestión de su equipo, que llegó al Ayuntamiento cuando éste "iba a la deriva", con multitud de deuda sin pagar, proyectos sin financiación y gastos superfluos que fueron recortados. "Estoy orgulloso de todo lo que hicimos", ha proclamado, al tiempo que ha prometido que el BNG "no se va para casa", sino que hará una "oposición constructiva pero contundente", a la espera de volver a tener la confianza de los arbenses en las próximas municipales.

Tanto el ya exregidor como el portavoz de su grupo, Pepe Álvarez, han repasado los proyectos y consecuciones del gobierno saliente, entre los que destacaron la mejora de la situación financiera del Ayuntamiento, gracias a recortes (en algunos casos de hasta el 50 por ciento) en gastos como la luz, el teléfono, pago de deudas y otros conceptos."Horacio Gil no puede hablar de proyecto de futuro, porque él estuvo en el gobierno que dejó esa nefasta herencia", ha recalcado el portavoz del BNG, quien ha denunciado que "ésta no es una moción de censura para solucionar los problemas de Arbo, sino los del PP".

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Pese a que el pleno se desarrolló sin incidentes, un grupo de vecinos, simpatizantes de Xavier Simón, se congregó a las puertas del consistorio para abuchear a los componentes del nuevo gobierno municipal. Mientras que el exregidor nacionalista y su equipo fueron recibidos entre aplausos, tanto los ediles del PP como los dos de AIAR, salieron entre una lluvia de arroz y tierra, mientras los vecinos gritaban "¡Vivan los novios!" y "¡Que se besen!". Asimismo, varias personas les increpaban llamándoles "corruptos" y "Bárcenas", mientras que solo una minoría les apoyó con aplausos.

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