El sector papelero reduce en un 4% su facturación

Las empresas de la Asociación Clúster del Papel de Euskadi alcanzaron en 2013 una facturación global de 821 millones de euros, un 4% menos que el año anterior, según los datos ofrecidos hoy por el presidente de la citada agrupación, Luis Fernándo Ruiz Arrúe, y su gerente, Iñaki Ugarte, en la asamblea general que celebran anualmente.

El Clúster del Papel cuenta en la actualidad con 20 empresas asociadas en Euskadi. De ellas, ocho son fabricantes de pasta y papel, dos empresas se dedican a la manipulación o transformación del papel y nueve son de bienes de equipo, equipos auxiliares e ingenierías, además de la Escuela del Papel de Tolosa.

La producción de pasta y papel en 2013 se acercó a las 1.266.000 toneladas. Ello supone un "significativo" descenso del 6% respecto a 2012, pese a lo cual los fabricantes han generado un 4% más que en 2007, año anterior al inicio de la crisis.

En cuanto a las exportaciones, las empresas asociadas alcanzaron los 456 millones de euros, aproximadamente el 56% de la facturación total, habiendo caído más del 6% respecto a 2012. La intensidad exportadora fue en 2013 un 39% superior a la del año 2008, cuando comenzó la crisis financiera. En este sentido los directivos han señalado que los números reflejan "los esfuerzos de internacionalización" realizados en estos seis años "tan complicados".

Por otro lado, empresas del sector han indicado que la reforma energética iniciada en 2013 por el Gobierno central está siendo "lo peor" debido a su "fuerte impacto negativo" sobre el sector, que ya arrastraba una difícil situación. Además, en lo que va de año se está llevando a cabo una segunda fase de esta reforma energética que está "poniendo en peligro la rentabilidad, competitividad e incluso continuidad" de los fabricantes de pasta y papel, tanto en Euskadi como en el resto del Estado.

Los responsables del sector han indicado que la reforma fiscal en materia energética, que entró en vigor a principios de 2013 con un nuevo impuesto del 7%, "lastra" de forma "importante" las cuentas de resultados. Se evalúa que la factura rondará los nueve millones anuales para los fabricantes de pasta y papel.

Por otro lado, las medidas de supresión de los complementos por energía reactiva y por eficiencia implantadas desde julio de 2013 supusieron una pérdida anual adicional de siete millones de euros, mientras que la aplicación del nuevo régimen de interrumpibilidad podría llegar a costar a las papeleras cerca de 10 millones. Por último, la todavía pendiente reforma de los parámetros de retribución a la energía eléctrica podría costar a las empresas cerca de 17 millones.

De cara al futuro, han dicho que el inicio del ejercicio 2014 no hace presagiar una recuperación de la actividad sectorial. "El año ha comenzado con una demanda débil en general, incluso por debajo de lo que suele ser habitual para el primer semestre del año". Igualmente, tampoco se aprecian signos de recuperación en materia de inversiones, lo que seguirá "lastrando" la evolución de los fabricantes de bienes de equipo e ingenierías en el mercado interior.