“Es tiempo de reconocer el mal causado”
Barbara Durkhop, la viuda del socialista Enrique Casas, asesinado por ETA hace 30 años, rechaza equiparar a "víctimas y victimarios"
En el hall del Parlamento descansa ya una tercera placa con la silueta y el nombre del tercero de los cuatro parlamentarios vascos asesinados, Enrique Casas, con la leyenda "luchador por la libertad". Hoy la Cámara ha rendido homenaje a Casas, asesinado hace 30 años por los Comandos Autónomos Anticapitalistas. Su viuda, Bárbara Durkhop, ha señalado en la fecha del cumpleaños de su marido, y en presencia de los parlamentarios de EH Bildu, que “la violencia, venga de donde venga, sea cual sea su origen, jamás ha sembrado nada más que odio; la violencia jamás soluciona nada, pero destruye todo”.
Durkhop ha resaltado que es preciso avanzar pero con la “memoria y la justicia bien presentes”, una justicia, ha subrayado, que “no admite ni admitirá ninguna equiparación de víctimas y victimarios, estamos en tiempo de reconocer el mal causado”. Sus palabras han estado precedidas por una reiteración del mensaje de la presidenta de la Cámara, Bakartxo Tejeria, que ha insistido en la importancia del momento para sentar las bases de la convivencia futura. Tejeria ha resaltado que no se puede justificar la violencia “porque justificarla la convierte en justa” y ha hecho referencia a uno de los principales apartados conocido entre los parlamentarios como “suelo ético”
Con un acto breve al que han asistido prácticamente todos los parlamentarios del Legislativo, incluidos los de EH Bildu, que ya participaron en otro homenaje a Fernando Buesa y el propio Casas en febrero de este mismo año coincidiendo con las fechas de sus asesinatos, el expresidente del Parlamento, Juan José Pujana, el presidente del PSE Jesús Eguiguren, el diputado Odón Elorza y parlamentarias de la primera legislatura, así como prácticamente todo el Gobierno vasco.
En el segundo periodo de sesiones está previsto recordar a otros dos parlamentarios fallecidos, Gregorio Ordóñez, asesinado por ETA, y a Santiago Brouard, por los GAL. En el hall de la Cámara un espacio vacío entre las placas de recuerdo a Ordóñez, Casas y Buesa espera al de Brouard para completar los homenajes a los parlamentarios asesinados.
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