IU prorroga las primarias ante la baja participación de sus militantes

Izquierda Unida se vio obligada este lunes a prorrogar una semana más la recogida de avales para optar a la candidatura a la presidencia de la Junta de Andalucía, una decisión que adoptó una hora y media después de que anunciara de manera solemne en conferencia de prensa que sólo el coordinador general, Antonio Maíllo, había logrado reunir los avales suficientes. Según el responsable de Comunicación de IU, el resultado era una “muestra de la cohesión y el liderazgo” de Maíllo y “no un fracaso”, pese a que las primarias abiertas en Izquierda Unida para elegir a su cartel electoral sólo han interesado al 34% de su militancia. Un total de 2.546 personas dieron su aval a alguno de los seis aspirantes que han concurrido en este proceso, aunque solamente Maíllo logró superar el 5% de las firmas requeridas.

Una vez terminada la comparecencia de prensa, la ejecutiva de IU mantuvo una reunión y por unanimidad decidió alargar siete días más el plazo de recogida de firmas. Según informó un portavoz, porque ha “faltado tiempo” para que los pretendientes pudieran recabar apoyos. Estos han dispuesto de tres semanas para hacerlo.

Tras la sorprendente decisión de IU se esconde los pobres resultados obtenidos en las primarias. De los 7.449 militantes, sólo han participado 2.546 a la hora de avalar a alguno de los seis candidatos y salvo Maíllo, ninguno de los otros cinco aspirantes han logrado los avales requeridos (372) para pasar el corte, un número “realmente bajo”, según IU.

El coordinador de IU había logrado 2.080 avales (el 27,8% de la militancia), seguido de un quinteto de desconocidos como Curro Rodrigo (155 firmas), Laureano Seco (105), Manuel Matas (95), Víctor Mané (83) y Pilar García (28). Maíllo contaba con el apoyo de los ochos coordinadores provinciales de la federación de izquierdas y del Partido Comunista de Andalucía, la fuerza hegemónica de IU. Hace un año fue elegido coordinador regional en un asamblea bastante insólita, donde lo que dominó fue la unanimidad y la emoción, frente a la división y la bronca de otros congresos.

Antes de que la ejecutiva de Izquierda Unida decidiera de manera sorpresiva alargar el plazo, el responsable de Comunicación, Javier Moreno, opinó que los resultados “son una muestra del liderazgo” de Maíllo y de “la cohesión” en IU. Este dirigente negó que la baja participación de los militantes en la recogida de avales y el hecho de que, con estos datos, no fuera posible la votación en urna de su candidato puede interpretarse como una decepción. “No considero que esto sea un fracaso”, dijo Moreno, quien puso el acento en que Maíllo había logrado “el 82% de los avales que se han emitido”. También negó que este proceso haya sido una mera “operación de marketing” en torno a Maíllo. Y anunció que el Consejo Andaluz —el máximo órgano entre asambleas— ratificaría la candidatura del coordinador el 11 de julio.

Cuando optó por abrir el proceso de primarias, IU hizo también una apuesta arriesgada al prever la participación de los simpatizantes en la elección del candidato. Pero sólo los militantes eran los que podían permitir ese paso prestando su aval a alguno de los aspirantes y ninguno de ellos lo ha conseguido, aunque habrá que esperar una semana más para comprobarlo definitivamente. Según IU, un total de 6.563 personas se han inscrito como simpatizantes, lo que les daría derecho a votar en el supuesto de que haya más de un pretendiente. En el caso de Sevilla y Jerez, el número de simpatizantes supera al de militantes, un dato que para Moreno hala bien y no mal de las direcciones de esas ciudades.

Maíllo dijo cuando Izquierda Unida convocó las primarias que le “encantaría” que hubiera más de una candidatura para “fortalecer la reflexión política de IU”. Tampoco descartaba debates entre los pretendientes. Y cuando el PSOE andaluz abrió las primarias para elegir a su candidato —que no se celebraron porque Susana Díaz fue la única que logró los avales, 22.880, casi la mitad de la militancia socialista— aseguró a este periódico que las primarias socialistas “no lo son”.