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La tensión se dispara en la huelga de basuras de Lugo tras diez despidos

Trabajadores irrumpen en el ayuntamiento e increpan a un edil socialista

Trabajadores protestan por el despido de sus compañeros
Trabajadores protestan por el despido de sus compañeroseliseo trigo (EFE)

“Este Arde Lucus vai cheirar". Así es el grito de guerra de los trabajadores de Urbaser, empresa concesionaria del servicio de recogida de basuras de Lugo, tras dos días de una huelga que coincide con la celebración de la gran fiesta romana de la ciudad. Los despidos de diez operarios y el expediente disciplinario abierto a otros dos trabajadores que forman parte del comité de empresa, por incumplir los servicios mínimos, han elevado la tensión en el conflicto. Un grupo de trabajadores llegó a irrumpir ayer en la casa consistorial y ocupó el salón de plenos, donde increpó al portavoz del gobierno municipal socialista que en ese momento ofrecía una rueda de prensa. En las calles de la ciudad se acumulan ya 200 toneladas de basura.

 “No nos sentaremos a negociar en tanto no retiren y queden sin efecto los despidos y los expedientes disciplinarios que han puesto encima de la mesa para calentar la historia”, advierte el secretario del comité de empresa, Julio Pazos, de UGT. Los despedidos se han convertido ahora en “moneda de cambio”, apunta la responsable de servicios públicos de la CIG, Carmen Antas. Esta sindicalista encabezó la marcha que llevó a más de la mitad de la plantilla, de 139 trabajadores, a interrumpir la rueda de prensa que se celebra tradicionalmente todos los miércoles tras la junta de gobierno local. Habían salido en manifestación por las calles, que llenaron de confeti hasta llegar a la Praza Maior. “Salarios dignos, convenio justo”, vociferaban, entre otras consignas, los más de 70 trabajadores que entraron al salón de plenos dirigiéndose al concejal Luís Álvarez, que interrumpió su intervención. En ese momento Álvarez estaba explicando que los servicios mínimos son hasta hoy del 70% en las zonas en las que se celebrará el Arde Lucus, sobre todo intramurallas, y del 50% en el resto de la ciudad. Pero a partir de mañana se incrementan al 100% por el inicio oficial de la fiesta, en la que se esperan medio millón de personas. “Es inadmisible que este gobierno municipal socialista haya sacado esos servicios mínimos”, clama Pazos. “Van contra el derecho constitucional de huelga”, protesta Antas.

Fue el incumplimiento de dichos servicios mínimos el motivo esgrimido por Urbaser para el despido de los diez trabajadores y el expediente disciplinario a otros dos. El Ayuntamiento intenta ahora disuadir a la dirección. El edil Luís Álvarez se puso en contacto con la empresa, que le trasladó que está dispuesta a negociar y retirar los despidos si se desconvoca el paro indefinido.

La huelga demanda que se consolide en las tablas salariales un complemento de 600 euros que cobraron los operarios durante los dos últimos años. El comité exige además un incremento del 1% del sueldo en 2015. Los trabajadores argumentan que no se les actualizan sus nóminas desde 2011, pese a que a la concesionaria sí ha cobrado del Ayuntamiento las revisiones al alza del IPC durante todos estos años. “La empresa cobra unos siete millones de euros al año”, explica Pazos, de UGT. “Nos consta que está al día en las revisiones del contrato. No hay atrasos ni deuda”.

Tanto el PP como el BNG critican la actitud del gobierno local. “Los despidos fueron motivados por el decreto del alcalde [Xosé López Orozco] que fijó unos servicios mínimos del 100% y por las reformas laborales acometidas por el PSOE y el PP”, acusa la portavoz del BNG, Paz Abraira. “El gobierno local era conocedor desde hace semanas del malestar que había entre el personal de la empresa y, de hecho, anunció que iba a estar vigilantes”, recuerda la concejala popular Isabel Devesa. “Pero el gobierno no hizo todo lo que estaba en su mano para buscar una solución, pese a que se sabía de antemano lo que podía suceder”.

El conflicto se ha enquistado a punto de que arranque una fiesta de la historia que convierte a la ciudad bimilenaria en un compendio de su pasado castrexo y romano, con muchas actividades en las calles, incluso un circo romano, y que todo hace indicar que se celebrará entre el fuerte hedor que desprenden los contenedores ya a punto de rebosar.

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