Greenpeace insta a Rajoy a prohibir las prospecciones petrolíferas y el ‘fracking’
Los ecologistas comienzan una campaña a bordo de su velero ‘Rainbow Warrior’
“No hay ninguna forma segura de extraer petróleo”, decía ayer Julián Barea, representante de Greenpeace, sobre la cubierta del tercer Rainbow Warrior, el legendario velero ecologista que la organización utiliza para sus acciones reivindicativas. Con las velas plegadas y bajo una enorme malla con el lema No oil, los colectivos Columbretes Netes y Save Canarias, se unieron a la organización ecologista para presentar en Valencia el informe Petróleo no, ni aquí ni en el Ártico.
Las petroleras Repsol y Cairn Energy trabajan para obtener permisos de sondeo en yacimientos de Baleares, Canarias, el mar de Alborán y el golfo de Valencia. El creciente rechazo social y político a estos proyectos no está frenando la tramitación de las licencias para una actividad que, según los ecologistas, genera unos riesgos “inasumibles”.
"La destrucción solo serviría para extraer seis meses de suministro”
“Los sondeos utilizan cañones de sonido que provocan gran mortalidad en la fauna y afectan a la migración de cetáceos”, explicó Albert Fernández del colectivo Columbretes Netes. “Además, mientras perforan, para lubricar, se genera un fango con compuestos químicos muy potentes, como una gelatina, que sepulta el fondo marino en un radio de unos 500 metros”, detalló. Los efectos de la actividad se notan “hasta dos kilómetros alrededor de la zona de prospección” y los ecologistas advierten de los peligros de esta contaminación en áreas donde la economía local depende del turismo y la pesca.
Greenpeace destaca en su informe que los yacimientos petrolíferos del golfo de Valencia, el delta del Ebro y el golfo de León darían “como mucho, 271 millones de barriles de crudo”. Según sus cálculos, dado que España “consume 1,5 millones de barriles al día, la destrucción ambiental de esta valiosa zona serviría tan solo para extraer el equivalente a medio año de suministro como máximo”.
Petróleo en Columbretes
Las prospecciones petrolíferas proyectadas en Baleares, Canarias, mar de Alborán y golfo de Valencia afectan a zonas de gran valor ecológico por su biodiversidad y su riqueza paisajística. Los trámites para extraer petróleo en Baleares y Golfo de Valencia son los que están más avanzados administrativamente, después de que el Gobierno central autorizase los sondeos en Canarias.
Tras la renuncia de Cairn Energy a conseguir los permisos para buscar petróleo frente a L'Albufera de Valencia, las islas Columbretes siguen en la pugna por la obtención de combustibles fósiles.
“Columbretes es un archipiélago que fue declarado Parque Natural en 1998. Desde 1994 los 0,2 kilómetros cuadrados de la zona de tierra son reserva natural por su gran importancia para la nidificación y sus aguas son reserva marina desde 1990 con un área de protección de 4.400 hectáreas”, explicó ayer Albert Fernández, miembro del colectivo Columbretes Netes. “En el golfo de Valencia las prospecciones cambiarían todos los usos del mar. Si hubiera vertidos o impacto sobre las aguas habría afectación sobre el turismo y directamente sobre la economía”.
Ante este balance de costes y beneficios, las organizaciones dicen que la solución para terminar con la dependencia del petróleo no es ir a buscar más, sino cambiar el modelo energético a uno basado en la ciencia y en tecnologías 100% renovables.
“Implementando medidas de eficiencia, la Unión Europea podría ahorrarse 200.000 millones de euros anuales y crearía 1.400.000 puestos de trabajo en 2020 apoyando y desarrollando energías renovables”, explicó Julián Barea. El potencial de España en el campo de las energías renovables puede ser un revulsivo económico. “La Unión Europea podría ahorrarse 200.000 millones de euros anuales y crearía 1.400.000 puestos de trabajo en 2020 apoyando y desarrollando energías renovables. Además, los estudios revelan que nos podríamos abastecer 10 veces más en 2050 usando energías renovables y electrificando sistemas y sectores”, detalló Barea.
Los ecologistas arremetieron contra las petroleras y acusaron al Gobierno de Rajoy de actuar en “connivencia” con ellas y frenar leyes que apoyan a las energías renovables. Greenpeace ha pedido al ejecutivo “una ley que prohiba las prospecciones de hidrocarburos convencionales y no convencionales, como el fracking” en España; “el abandono de todas las subvenciones a las energías sucias” y “un pronunciamiento a favor de la creación de un santuario de las aguas del Ártico que prohíba, entre otras, la extracción de petróleo en esta área”.
Pese al creciente rechazo social y el posicionamiento en contra de los turoperadores, el Ministerio de Medio Ambiente ha autorizado las prospecciones en Canarias. “¿Qué tiene que pasar para que nos escuchen si en Canarias, tanto los ciudadanos como el gobierno autonómico llevan dos años clamando contra un proyecto que afecta a los intereses generales?”, dijo Ezequiel Navío, miembro de Save Canarias.
Coincidiendo con la presentación del informe, varios políticos valencianos se han posicionado en contra de las prospecciones. El socialista Ximo Puig o la recién elegida eurodiputada de Esquerra Unida, Marina Albiol, han pasado por el Rainbow Warrior para dar su apoyo a la campaña.
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