La mirada de PhotoEspaña
Madrid cobra especial relevancia en las más de 100 exposiciones que ofrece el festival
Este miércoles comienza el festival de fotografía y artes visuales PhotoEspaña, una de las citas artísticas anuales madrileñas de mayor solidez y proyección internacional. Desde hace 17 años, en junio y julio, Madrid se llena de imágenes, de reflejos de la condición del hombre contemporáneo. Este año, más que nunca, Madrid es reflejo y espejo, ya que el festival dedica su edición a la fotografía española.
“Ya tocaba, la presencia española en el festival siempre ha sido de alrededor de un 30%, pero con el certamen ya consolidado creíamos que era momento de que sirviese como plataforma a la fotografía española”, explica Claude Bussac (Narbona, Francia, 1963) directora de PhotoEspaña desde 2006. “Esta edición intenta conformar un retrato visual de España. Hacemos un barrido cronológico sin pretender que sea exhaustivo, pero mostrando la fuerza y actividad de la fotografía del país”, explica sobre esta edición en la que podremos ver desde los inicios en el siglo XIX hasta las creaciones actuales de los artistas más jóvenes.
Madrid está muy presente: exposiciones dedicadas a la arquitectura moderna plagados de edificios emblemáticos de la capital; una retrospectiva del colectivo La Palangana que desde la barra de un bar de Madrid anunció y luego realizó la renovación de la fotografía nacional a finales de los desolados años cincuenta; la esperada muestra Autorretrato de García Alix; la mirada de un hombre de Guadalajara, José Ortiz Echagüe, sobre el norte de África; las aceradas y críticas obras de los documentalistas de los setenta como el madrileño Cristóbal Hara y su visión terrorífica del campo y la religión en aquellos años, o la del catalán Ramón Zabalza sobre la comunidad gitana de Vicálvaro…
En parte porque abandona la programación temática que tenía desde su comienzo: “En el 2017 volveremos a tenerla. El año que viene estará dedicado a Latinoamérica y el siguiente a Europa”, aclara su directora. “Queríamos que la visión fuera diversa, por eso hay un porcentaje mucho mayor de exposiciones colectivas y más comisarios”, explica Bussac.
“En España no sabemos hasta qué punto es importante fuera. Yo lo inauguré en 1998 y ha sido un faro para la fotografía aquí y en el extranjero”, explica el fotógrafo madrileño Alberto García Alix. “Por otro lado, es muy importante la labor del comisario para entender y dimensionar, para mirar. Tengo ganas de ver cómo se han hecho las cosas. Y dedicarlo a España me parece una idea muy buena, por eso incido en la importancia de los comisarios. Hay que ver si todo esto se convierte en una gran tesina que nos haga preguntarnos hacia dónde va la fotografía española. Me hace una ilusión tremenda estar en el festival. Además, con todas las dificultades que está pasando, la organización le sigue echando un par”.
Se refiere a la bajada del presupuesto de los últimos años: 3.133.000 euros en 2011; 2.359.000 euros, un 24,7% menos en 2012; y 1.894.700 euros, casi un 20% menos en 2013. “Es evidente que ha sido duro y difícil. Creo que este año vamos a conseguir mantenernos —como el pasado—, sobre todo gracias a algunas ayudas privadas que se habían retirado y han vuelto”.
Es, como reflexiona García Alix, el signo de los tiempos: “España entera está como está y las condiciones del trabajo del fotógrafo se han ido al traste, eso es evidente. Pero no me preocupa en exceso, lo que nos puede salvar es que haya gente buena. Y creo que la hay. Ahora vienen chungas, pero si tenemos al creador, al que ama la fotografía, al que quiere amplificarse a través de ella, no debemos preocuparnos, seguirá”.
Además, el festival sigue con sus extensiones en Alcalá de Henares, Zaragoza o Alcobendas. Y su mirada va más allá del lugar que le acoge. Dos ejemplos: la retrospectiva sobre el muralista y fotógrafo valenciano Josep Renau, que desde su exilio en México fraguó una mirada brutal del capitalismo norteamericano (del 4 al 27 de junio en el Círculo de Bellas Artes). Y la gran Lillian Bassman, conocida por sus trabajos desde la factoría Harper’s Baazar, que son un canto a la belleza femenina y la sofisticación del cuerpo y el gesto (del 5 de junio al 27 de julio en Loewe Calle Serrano, 26). PhotoEspaña es espejo y reflejo para esta ciudad acogedora y amnésica, creativa y fagocitadora.
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