Can Vies incordia al soberanismo hegemónico a meses de la consulta
Partidos y entidades subrayan el carácter pacífico del pueblo catalán tras los disturbios en Sants
"El mundo nos está mirando". La frase, repetida en múltiples ocasiones por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, sirve en cualquier acto soberanista que se precie para recalcar la presunta atención internacional que hay sobre Cataluña durante el proceso soberanista. La expectación mundial se celebra cuando la comunidad da una imagen de civismo y alegría como sucedió en la Via Catalana de la pasada Diada. Pero cuando las imágenes son de una Barcelona convulsa y en llamas la situación cambia. Aunque la violencia provocada por el desalojo de Can Vies nada tiene que ver con el soberanismo, los partidos que defienden la independencia (a excepción de la Candidatura d'Unitat Popular) se han apresurado a desmarcarse completamente y a remarcar la condición pacífica de los ciudadanos catalanes.
Oficialmente las formaciones evitan citar la consulta, pero en sus reacciones dejan claro que, a pocos meses del referéndum, Barcelona debe presentar una imagen de civismo que no casa con los contenedores quemando y la policía cargando. Mas condenó ayer "sin reservas" los disturbios y enfatizó que las luchas, en Cataluña, se hacen sin violencia: "Casi todo lo que hacemos lo hacemos de forma absolutamente pacífica, a ojos de algunos extremadamente pacífica", dijo, antes de remarcar que los catalanes son personas "de diálogo, entendimiento, negociación y acuerdo, que se comporta con reglas absolutamente pacíficas. Esta debe ser la forma de comportarse".
Los líderes de Esquerra Republicana se han pronunciado poco sobre los disturbios. El partido se limitó a un comunicado en el que pidió diálogo y remarcaba el pacifismo catalán. "En la Cataluña del siglo XXI, todas las causas justas siempre son no violentas. Cuanto más cívica y pacífica sea, más legitimidad tendrá", subrayó el partido, que por si quedaban dudas de que pensaba en el proceso independentista, concluyó: "Solo ganaremos desde la democracia, el diálogo, y el civismo".
Más explícitos fueron en sus comentarios en las redes sociales algunos miembros del Consejo Asesor para la Transición Nacional (CATN), el órgano oficial que asesora a Mas hacia la independencia. No dudaron en concluir que la imagen de violencia en las calles es perjudicial para la percepción del proceso soberanista: "Pregunta del millón: ¿a quién beneficia la violencia antisistema? A la causa catalana seguro que no", tuiteó la periodista Pilar Rahola. El profesor en la universidad de Princeton Carles Boix, también asesor de Mas, incluso vio detrás de la violencia una respuesta a la demanda catalana: "Siempre que el catalanismo cívico ha estado a punto de ganar, han aparecido las bombas, disturbios, e incendios. Que esto no pase ahora", dijo el lunes, cuando se olían los primeros disturbios. Al confirmarse los altercados, insistió: "Cuando Cataluña intenta sacudir España, su regeneracionismo produce un agujero en el orden".
La presidenta de la Asamblea Nacional Catalana, Carme Forcadell, también tomó cartas en el asunto en la red social: "No caigamos en provocaciones, no respondamos a las agresiones, condenamos la violencia. Mantengamos la unidad y dialoguemos siempre y con todos", dijo, acompañada de la etiqueta que señala la consulta soberanista: #9N2014. La dirección de la ANC no quiere extenderse más allá de ese comentario para no implicarse en un asunto que nada tiene que ver con el proceso soberanista.
La prudencia de la dirección no la tuvo la sectorial de la ANC en Can Vies, que emitió tras los disturbios un comunicado en el que censuraba tanto a los violentos como la actuación policial: "No creemos que la lucha por la justicia social pase por apedrear cristaleras modernistas ni quemar furgonetas de periodistas ni excavadoras. Dicho esto, también manifestamos que será inadmisible que la República Catalana tenga una dirección policial que opte por la estrategia de reprimir". La entidad subrayó que la ANC siempre ha actuado "con un gran respeto por la democracia y un absoluto rechazo a cualquier tipo de violencia".
Un paseo por Twitter sirve para ver que la inquietud se ha extendido entre círculos soberanistas, que a parte de los disturbios lamentaron la presencia de antidisturbios de la Policía Nacional en tierras catalanas para colaborar con los Mossos. En la red incluso circuló la tesis de que el Centro Nacional de Inteligencia estaba detrás de los disturbios. Le dio pábulo al rumor el ex consejero de ERC, Josep Huguet, o Alfons López Tena, de Solidaritat, que lo vio claro al ver que los violentos quemaron una furgoneta de TV-3 y no una de TVE.
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