El alcalde de Rivas se niega a entregar el bastón de mando al nuevo regidor
IU afronta el relevo del regidor a un año de las elecciones y con un grupo dividido
El regidor de Rivas, Pedro del Cura, de Izquierda Unida, aceptó ayer el máximo cargo municipal en un pleno extraordinario convocado al efecto. Luego, se sentó en el lugar que ocupaba hasta ese momento su predecesor provisional, Fausto Fernández, que se dirigió a una esquina de la mesa. Sobre ella, quedó el bastón de mando del Ayuntamiento. Del Cura, en vez de recogerlo de las manos de Fernández, tuvo que hacerlo de las de la secretaria municipal.
Mientras tanto, entre gritos de “sí se puede, sí se puede” y aplausos, los vecinos, puestos en pie, felicitaron al nuevo alcalde de la localidad. Del Cura sustituyó así oficialmente a José Masa, también de IU, que renunció a ser alcalde el 12 de mayo por las presiones a las que le estaba sometiendo una parte de IU liderada por Del Cura.
El nuevo regidor remodelará el equipo de Gobierno el viernes
La postura de Fausto Fernández, hombre de confianza de Masa, evidencia de esta forma que las heridas no están cerradas en un grupo que soporta desde hace meses una lucha fratricida. No fueron los únicos desplantes hacia Del Cura en la sesión de investidura. En el momento en el que tomó la palabra, ya como alcalde, para dirigirse a los vecinos, le escoltaban otros dos asientos vacíos. Yaiza García y Marcos Sanz, dos ediles afines a Masa, habían abandonado el salón. Ambos renunciaron a las competencias que tenían asignadas en el Gobierno esta semana, aunque mantienen el acta de ediles.
Desde que se inició la confrontación entre las dos facciones de IU en Rivas, el equipo de Gobierno se ha ido desangrando en un goteo progresivo de dimisiones de ediles o renuncias a las competencias asignadas. Del Cura anunciará una remodelación el próximo viernes.
"Pienso que la crisis está zanjada”
Pedro del Cura (Madrid, 1974) es un viejo conocido en la política ripense, donde ha ocupado varias concejalías desde 2003.
Pregunta. ¿Teme que este cambio le pase factura a un año de las elecciones?
Respuesta. Nosotros no hemos manejado los tiempos. Es el alcalde el que decide dimitir y asumir esa responsabilidad. No es la persona que debía liderar el proceso que se abría en el grupo. Si merece la pena o no, ya lo veremos.
P. ¿Qué es lo primero que va a hacer?
R. En cuanto llegue al Ayuntamiento, llamaré a Lucía Figar (consejera de Educación) para pedirle un colegio público y que pare el centro religioso que quiere construir.
P. ¿Ha zanjado este relevo la crisis de IU?
R. Creo que sí. Ahora tenemos que dedicar nuestras energías a construir el futuro de esta ciudad.
P. ¿Qué valoración le merecen los resultados de Podemos?
R. Vemos la irrupción de Podemos como un efecto político muy ilusionante, sobre todo en la región. La clave no es tanto si se pacta una lista o no con ellos, sino derrocar al Gobierno del PP, y creo que en eso compartimos los mismos objetivos.
P. ¿Cómo se sale de una deuda de 120 millones?
R. Tenemos una ciudad que puede generar muchos ingresos, pero la Comunidad de Madrid nos está asfixiando, sobre todo porque nos está reteniendo subvenciones por 15 millones.
P. ¿En qué se diferencia su proyecto al de José Masa?
R. El programa electoral de IU no se ha modificado. Tenemos que sentar las bases para el desarrollo futuro de la ciudad, porque el modelo que teníamos hasta ahora está muy vinculado al aprovechamiento del suelo y eso ha variado. Para ello hay que abrir debates y escuchar a los actores de la ciudad.
El pleno, convocado a las 9.30 de la mañana, empezó con retraso. Faltaban dos ediles de IU, que arribaron unos 20 minutos tarde. Las decenas de personas que abarrotaban la sala, muchos de pie, aguantaron la espera con paciencia. Excepto el PP (siete concejales), ninguno de los otros dos grupos de la oposición, PSOE (cuatro ediles) y Ciudadanos por Rivas (un edil), presentaron candidato a la alcaldía.
Previa a la proclamación de Del Cura, tomaron posesión como concejales Adrián Mazas, en sustitución del exalcalde, José Masa, y Aida Castillejo, por Luz Mata, que presentó su renuncia un día después que Masa. El juramento de Mazas “como republicano y por imperativo legal” levantó vivas a la República entre los presentes.
Del Cura recalcó: “No estamos ni iniciando ni cerrando una legislatura, suscribimos el trabajo que se ha hecho hasta ahora”. El discurso estuvo plagado de referencias y agradecimientos a la militancia. El portavoz del PP denunció la parálisis municipal desde hace meses debido a sus problemas internos. Desde las filas del PSOE le reprocharon la falta de referencias a la labor de Masa, alcalde del municipio desde 2003. Antes de que se iniciaran las fricciones entre las dos facciones, la relación entre ambos era excelente. Masa consideraba a Del Cura, coordinador local de IU, el favorito para sucederle.
Pero los acontecimientos se precipitaron en noviembre al hacerse público un informe de la Cámara de Cuentas de 2010 y 2011 que advertía de un desajuste contable de 20,9 millones en la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) y una depreciación en la valoración de una parcela. La bronca subió de tono y en enero se celebró un referéndum en el que los militantes exigieron la dimisión de Masa. El entonces regidor aguantó hasta mayo, pero la falta de apoyos suficientes en su equipo configuró un escenario insostenible: no podía sacar propuestas adelante.
Ahora Del Cura, con el bastón de mando en su poder, tiene por delante un año complejo. Con un municipio que adeuda 120 millones y una militancia dividida. Fausto Fernández, el alcalde de transición, ha registrado en el Ayuntamiento un documento de 200 páginas en el que detalla a Del Cura la labor realizada por el equipo de Masa. Con luz y taquígrafos, para “evitar equívocos”.
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