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ERC lanza una ofensiva para repetir la victoria en las municipales de 2015

Alfred Bosch se postula hoy como candidato y Portabella y Amorós esperan en la recámara Junqueras arenga a los dirigentes para preparar los siguientes comicios

Jordi Portabella.
Jordi Portabella.CONSUELO BAUTISTA

Oriol Junqueras, líder de Esquerra Republicana, no pudo evitar que la euforia se desatara el domingo tras la primera victoria electoral del partido en 78 años. Pero este lunes, con la resaca del triunfo, decretó el fin de las celebraciones para fijar el siguiente objetivo: las municipales de 2015, con el permiso de la consulta del 9 de noviembre. Junqueras reunió a la ejecutiva del partido por la tarde y arengó a los dirigentes: les conminó a ponerse manos a la obra para lograr que el éxito del domingo se repita en las municipales.

Los resultados de ERC dan alas al partido a soñar con desbancar al nacionalista Xavier Trias al frente de la alcaldía de Barcelona. El partido venció por menos de un punto a CiU, un resultado traducido en ventaja en la mayoría de distritos: ERC ganó en Ciutat Vella, Gràcia, Horta-Guinardó, Sant Andreu Sant Martí, Sants-Montjuïc. CiU tuvo que conformarse con su feudo de Sarrià-Sant Gervasi, Eixample, y Les Corts. El PSC, en caída libre, solo aguantó el tirón en Nou Barris.

Esquerra tiene objetivo, pero no candidato. El partido, que en las municipales de 2011 se quedó sin representación en la mayoría de grandes ciudades, tiene decididos ya la mayoría de alcaldables, pero prefirió dejar Barcelona para después de las elecciones europeas.

El primer puesto en la lista es deseado por varios dirigentes del partido, lo que abocará el proceso a unas elecciones primarias. El primero en dar el paso será Alfred Bosch, portavoz del partido en el Congreso. Bosch, independiente, anunciará hoy su intención a ser alcaldable por ERC en Barcelona. La figura del diputado ha ganado enteros por su labor en el Congreso, y en sus encuentros con militantes se ha ido fraguando la idea de encabezar la candidatura en Barcelona. El diputado se convirtió en el referente del soberanismo en la ciudad como portavoz de la plataforma que organizó la consulta popular independentista de 2011. Su proyección pública le valió la candidatura al Congreso, y ahora quiere hacer el viaje de vuelta para disputarle a Trias la alcaldía.

En la recámara esperan el actual portavoz municipal del partido, Jordi Portabella, y Oriol Amorós, diputado y vicesecretario municipal del partido. Portabella quiere repetir al frente de una lista que encabeza desde el 1999, y pretendía esperar a finales de semana para postularse oficialmente. Portabella considera que sus resultados en 2011 (Barcelona fue la única capital de provincia en la que ERC tuvo representación, gracias a un pacto con el partido de Joan Laporta) avalan su candidatura. En su haber también sitúa el crecimiento de ERC en el barómetro municipal (segunda fuerza, aunque lejos de CiU) y la buena imagen que tiene entre los ciudadanos, siendo el segundo líder más valorado tras Trias, y empatado con el ecosocialista Ricard Gomà.

El partido le buscó acomodo en busca de una renovación que, desde la llegada de Junqueras, se había producido en todos los niveles. En ese momento la formación pensó en Amorós como relevo, pero aparcó el movimiento por la resistencia de Portabella. El portavoz adjunto en el Parlament también aspira a la candidatura municipal, con un proyecto soberanista de izquierdas para luchar con los pactos de Trias con el PP.

Los tres candidatos han mantenido varias reuniones para consensuar una lista en común. Sin embargo, de momento no hay acuerdo. Los tres quieren presentarse, pero sin convertir las primarias en una guerra que pueda herir a un partido que está en estado de gracia. La federación barcelonesa iniciará el miércoles los trámites para convocar los comicios internos, en las que todavía está por ver si se presentarán los tres o si habrá pactos. La dirección comandada por Oriol Junqueras insiste en que será neutral en el proceso.

El hundimiento socialista impulsa el voto urbano de Esquerra

El partido lleva meses preparando estas municipales, obligado por la pérdida de representación en las grandes ciudadades. Junqueras y el resto de líderes han peinado el territorio en una campaña permanente que ha cuidado con especial mimo el área metropolitana. Los republicanos aspiran a ocupar el arco ideológico del PSC y ser el referente del centroizquierda catalanista. El objetivo se ha cumplido en estas elecciones en las que el hundimiento de los socialistas ha beneficiado a ERC en las zonas donde habitualmente cosechaba menos votos.

Las grandes áreas urbanas eran el gran obstáculo de los republicanos, que ni en sus mejores épocas habían logrado alcaldías en municipios de más de 30.000 habitantes. Los datos de ayer son alentadores para 2015. ERC venció en siete de los diez municipios más grandes de Cataluña (Barcelona, Terrassa, Sabadell, Lleida, Tarragona, Mataró y Reus). También ganó en Girona, alzándose así en las cuatro capitales provinciales. Solo se le resistieron plazas duras como l'Hospitalet de Llobregat y Badalona, en las que venció el PSC. Pero incluso los resultados en estas ciudades (tercera y segunda, respectivamente) alejan al partido del ostracismo de antaño.

Precisamente cuando el recuento todavía era incipiente, la sensación de victoria se apoderó de los republicanos al descubrir que las mesas electorales que siempre le habían sido esquivas arrojaban resultados muy positivos. Como muestra, el Baix Llobregat: el PSC logró ganar en el que todavía resiste como último bastión socialista, pero Esquerra fue la segunda fuerza, pisándole los talones, a solo 9.000 votos. En 2009 el partido fue quinta fuerza, a 82.000 sufragios de los socialistas.

La ocupación del espacio socialista se ha logrado gracias a los errores del PSC, la campaña en el territorio y la búsqueda de pactos con fuerzas críticas del socialismo como Nova Esquerra Catalana, de Ernest Maragall. Junqueras invitó ayer a los suyos a repetir la fórmula en las municipales, buscando candidaturas nítidamente independentistas que sean transversales en la izquierda.

El fichaje de Maragall fue muy celebrado en el partido. El ex consejero socialista defenderá a ERC en Bruselas, pero solo medio mandato. Tal como había insinuado en la campaña, ayer anunció que dejará su escaño en Bruselas en el ecuador de legislatura. Si no hay cambios, su silla será para Jordi Solé, número tres en la lista y seguramente la persona que mejor conoce los asuntos europeos en ERC.

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