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La llegada de Ikea a Alicante se retrasa a la próxima legislatura

Los comerciantes aseguran que "falta tiempo" para los informes previos y pertinentes

Ikea se retrasa y se instalará en Alicante para la próxima legislatura. Pese al interés del Ayuntamiento de Alicante, que preside Sonia Castedo, del PP, para que en Rabassa se habilite una nueva área comercial capaz de albergar una tienda de la multinacional sueca no será posible que abra sus puertas en 2015, tal y como preveía el equipo de gobierno municipal.

El Ayuntamiento de Alicante logró, precisamente para reducir tiempo, que la Generalitat tramitara este proyecto como una Actuación Territorial Estratégica (ATE). Sin embargo, el plan, que promueve el empresario Enrique Ortiz, no estará listo para esta legislatura, según ha confirmado este martes el presidente del Colectivo de Comerciantes por Alicante, Domingo Martínez, que atribuye esta demora a la "falta tiempo para llevar a cabo" los informes previos y pertinentes.

"Nos informan que dentro de esta legislatura no se va a poder llevar a cabo, porque falta tiempo", ha explicado Martínez tras reunirse con los responsables de las concejalías de Urbanismo y Comercio. "El informe que más puede generar problemas y se está retrasando es el del Ministerio de Fomento", según el representante de los comerciantes. Un informe determinante sobre los accesos viarios del barrio de Rabassa.

Los comerciantes consideran que "las posiciones están muy aguerridas" dado que el pequeño comercio entiende que les "va a hacer mucho daño, vengan con el informe que vengan" mientras que el Ayuntamiento de Alicante y los promotores" se han basado en los temas legales para decir que están dentro de la legalidad".

Por su parte, el Ayuntamiento destaca que todos los informes que se están emitiendo "no son vinculantes". Según el presidente de los comerciantes alicantinos, "la cosa será más seria" cuando se apruebe la ATE porque eso implicará que los informes pasen a ser "vinculantes".

Menos ventas en el comercio

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Martínez apunta que les "da miedo es el efecto llamada" que puede provocar el macrocentro comercial y calcula su efecto en "cinco o seis años mínimo" desde la puesta en marcha del macrocentro comercial junto a Ikea.

El presidente ha resaltado, además, que el pequeño comercio arrastra un 40% de caída de ventas desde el inicio de la crisis y, en ese sentido, augura que el macrocentro junto a la tienda de Ikea "será demoledor para el comercio, pero también para la ciudad en sí".

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