El azulejo exporta más pero no frena la destrucción de empleo

El sector cerámico concentrado en Castellón tiene futuro porque, pese a la crisis, está creciendo en el mundo y porque cada vez hay más inversores dispuestos “a meter dinero”. Así concluye el informe que la consultora de negocios profesionales KPMG ha realizado sobre el sector, con un análisis de las 21 mayores empresas. Pese a ello, las grandes industrias redujeron un 7% el número de trabajadores al pasar de 6.665 a 6.200, lo que les ha permitido reducir el gasto de personal en un 4,3%. Y todo ello a pesar de que el gasto medio por empleado creció como consecuencia de las indemnizaciones por despido.

El estudio se elabora a partir de los datos económicos presentados en el Registro Mercantil en el ejercicio de 2012. De modo que refleja una imagen no solo del sector y de la situación por la que atraviesan las industrias, además de proporcionar una comparativa con Italia, el otro gran productor de azulejo de los países del entorno español.

Entre los datos, destaca el incremento de las ventas al exterior por tercer año consecutivo y gracias al auge de los mercados de Oriente Próximo, Rusia y Magreb. Y también el “alto nivel” de solvencia y la disminución del endeudamiento de estas grandes firmas que se situó, por primera vez, por debajo del ratio de endeudamiento de las sociedades italianas desde que comenzó la crisis. Esta reducción del endeudamiento se debe a los planes de reestructuración realizados por las grandes empresas.

Las ventas globales del sector subieron el 2,3% hasta alcanzar los 2.657 millones en 2012. De ellos, 2.082 se lograron en los mercados internacionales. Las cifras registradas por la patronal Ascer referentes a 2013 son de 2.797 millones. Las ventas italianas casi duplican a las españolas pero, en 2012, descendieron en un 2,9%. “El aumento en España se debe especialmente al incremento de las ventas en África, Oriente Próximo y el este de Europa, mientras para Italia son el mercado americano y el africano el que ha registrado mayores crecimientos”, explicó Juan Tur, director de KPMG. Este crecimiento ha activado el “apetito inversor” en el sector.

Un año más se pone en evidencia el grado de concentración que está registrando el sector. En 2012, las 21 mayores empresas coparon el 50,8% de las ventas totales (ligeramente por encima del año anterior) y aumentaron sus ingresos un 1,1%. El crecimiento, aunque discreto, contrasta con el estancamiento de la competencia italiana. Este comportamiento hizo que ese año España pasara a ocupar el segundo puesto en el mundo como país exportador, después de China, y por delante de Italia.

El contraste se detecta en la evolución de las ventas nacionales. No es un secreto que el mercado nacional se ha desplomado arrastrado por la crisis del ladrillo. El sector cerámico vendió por valor de 575 millones de euros en 2012 (130 menos que el año anterior y 907 menos que en 2008). Y las perspectivas no son buenas. “No hemos tocado suelo en el mercado interior, que depende de la construcción y la rehabilitación de viviendas, hasta que no mejore la confianza o haya algún estímulo por parte del gobierno será difícil la recuperación”, apuntó Bernardo Vargas, socio responsable de KPMG en la Comunidad Valenciana. “A corto plazo no veo que el mercado nacional vaya a tocar fondo”, apuntó.