Expulsados dos portavoces vecinales del Pleno de la Junta del distrito de Usera

Los reresentantes de las asociaciones deportivas de Zofío y La Chimenea, organizaciones que llevan tres décadas fomentando el deporte de base en Usera (138.000 habitantes), han sido expulsados esta mañana del Pleno de la Junta de distrito donde habían acudido para explicar las dificultades por las que atraviesan para proseguir con la labor social.

El portavoz municipal socialista, Jaime Lissavetzky, que ha asistido a la reunión, ha manifestado su "asombro" por la actitud del presidente, el popular Jesús Moreno. En su opinión, el nulo apoyo al deporte de base en el Ayuntamiento se suma, en este distrito, a la situación que vive la Caja Mágica, una dotación que costó 294 millones de euros y a la que no tiene acceso la ciudadanía. "Son ejemplos del interés que tiene la alcaldesa Ana Botella por la política del deporte", ha señalado el portavoz. No es la primera vez que Lissavetzky muestra su apoyo a la asociación del Zofío, que gestiona un campo en el que los niños del barrio (unos 300 de entre seis y 16 años) tienen que entrenar "a oscuras" porque no pueden pagar la luz de las instalaciones.

En el Pleno del distrito de esta mañana, los socialistas presentaban "por enésima vez" una propuesta para facilitar las condiciones en las que las que trabajan las agrupaciones Zofío y La Chimenea, que sostienen sendas escuelas de fútbol reconocidas por la Federación de Fútbol de Madrid y que se financian con las cuotas de los chavales. Lissavetzky ha denunciado la "asfixia" a la que se ven sometidos ambos colectivos, al intentar cobrarles cuantiosos gastos de luz correspondientes a los últimos cuatro años. "Un consumo, por otra parte, imposible de cuantificar porque la instalación eléctrica del campo está enganchada al alumbrado público", puntualizaron los responsables de las asociaciones.

El problema de las agrupaciones Zofío y La Chimenea forma parte de las penurias de un distrito que ocupa el tercer puesto en desempleo. El plan de inversión de 46 millones de euros redactados para atajar esta situación se ha incumplido y han quedado sin gastarse once millones, un 24%. Este recorte ha dejado fuera la biblioteca de San Fermín, el centro de día para personas con trastornos cognitivos, un centro de mayores y una escuela infantil, entre otros proyectos.