Nuevo boicot de los alumnos a las evaluaciones de 4º de ESO
El instituto Montserrat de Barcelona repetía hoy las pruebas que no se hicieron en febrero como protesta a los recortes
Un grupo de unos treinta estudiantes ha boicoteado las pruebas de evaluación de 4º de ESO que se celebraban en el instituto Montserrat de Barcelona. Unos 30 alumnos repetían entre ayer y hoy los exámenes que pasa la Generalitat para conocer el nivel de competencias de los jóvenes justo antes de acabar la educación obligatoria. Las pruebas se pasaron en febrero en todos los institutos catalanes, pero unos 700 alumnos de ocho centros se negaron a hacerlas como protesta a los recortes. La Generalitat ha vuelto a ordenar a los institutos que los alumnos díscolos pasen los exámenes.
Marc es uno de los alumnos de 4º de ESO del instituto Montserrat. Asegura que rellenó las pruebas con normalidad, salvo por un detalle. “En el encabezado de las pruebas escribí ‘Por una escuela pública y de calidad”, explica. El joven no entiende por qué le han hecho repetir la prueba de catalán, pero finalmente ha decidido “pasar por el aro para no causar más barullo”.
Algo similar le ha pasado a su compañero Marcel. También cumplimentó las pruebas, pero escribiendo en la parte superior de la página la misma frase reivindicativa. Marcel explica que hace dos días le comunicaron que debía repetir el examen de catalán y de castellano. Este último no lo ha podido hacer por el boicot, pero admite que ayer hizo el de catalán por miedo. “Han enviado cartas a casa diciendo que si no hacemos las pruebas no nos darán el título de la ESO. Las familias están presionando y piensan que no vale la pena jugarse el título por esto”, tercia.
La dirección del centro asegura que todavía no saben cuándo harán las pruebas suspendidas por la protesta y esperan a que la Generalitat les dé indicaciones.Está previsto que el resto de institutos catalanes afectados por el boicot del pasado mes de febrero repitan las pruebas en los próximos días.
El Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (SEPC), que convocaba la protesta, se queja de la actitud del Departamento de Enseñanza y asegura que las pruebas no son obligatorias, a pesar de lo que defiende la consejera Irene Rigau. “Quien debe suspender es Rigau porque es la que aplica los recortes”, espetan desde el SEPC.
Rigau aseguró hace unas semanas que hacer las pruebas diagnósticas es “un deber” de los estudiantes y que aquellos que se negaran, no tendrían el graduado escolar. Pero tanto la normativa como los folletos que se envía a las familias dejan claro que las pruebas “no tendrá efectos en el expediente académico” y “no determinarán la superación del curso”.
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