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El robo de 220 metros de cable de cobre afecta a 35.000 usuarios de Rodalies

La línea 2 de cercanías acumuló demoras de 25 minutos y 30 trenes no salieron Adif calcula que los hurtos se han incrementado un 30% en lo que va de año

Dani Cordero
El robo de 220 metros de cable en L'Hospitalet causa retrasos en Renfe.
El robo de 220 metros de cable en L'Hospitalet causa retrasos en Renfe.ALBERT GARCÍA

Los puestos de información de la estación de Sants volvieron a ser ayer por la mañana un avispero de usuarios desesperados por el enésimo retraso que sufren en lo que va de año. Los trenes que tenían que salir lo hacían con grandes retrasos y los que llegaban escupían viajeros con caras de agobio. Los empleados de Renfe no paraban de entregar justificantes a viajeros que marchaban casi a la carrera. A media mañana, un tren de Rodalies podía tardar más de 45 minutos en ir desde la estación de El Prat hasta Sants, un recorrido que habitualmente se cubre en apenas 12 minutos. Una situación que se extendió a toda la línea 2 de Rodalies y a los trenes de media y larga distancia del corredor mediterráneo.

El robo de 220 metros de cable de cobre fue la causa del trastorno de los planes de unos 35.000 pasajeros de trenes con origen o destino en Barcelona. Hasta 150 convoyes se vieron afectados con retrasos medios de 25 minutos, según Renfe, y otros 30 fueron cancelados. No se trata de la primera incidencia de este tipo que sufre la red de Adif en lo que va de año, pero sí la mayor. En marzo robaron 165 metros de cable en Bellvitge, bastante menos que los 225 que se llevaron ayer de la zona del Gornal, lo que provocó que saltaran por los aires los sistemas de seguridad y señalización de la red. A partir de ahí, todos los semáforos pasaron a rojo en señal de seguridad.

Ningún tren podía rebasar esas señales luminosas si el maquinista no recibía una orden expresa desde el centro de mando a través de la radio. Y así debía hacerlo cada uno de los trenes que circulaban. El colapso fue importante. Y así fue hasta que se empezó a normalizar la situación cerca de las tres de la tarde. “Es complicadísimo arreglarlo por la zona en la que se ha producido el robo y porque los técnicos tienen que trabajar sobre el terreno mientras se mantiene la circulación de los trenes”, explicó por la mañana una portavoz de Adif, el gestor de toda la infraestructura ferroviaria.

Desde Renfe aseguran que en lo que va de año se han producido al menos diez afectaciones por el robo de cable en la zona de Bellvitge, lo que ha supuesto siempre problemas importantes de circulación en la principal estación catalana, por la que pasan a diario más de 400.000 personas. Adif no lo niega, al contrario. Asegura que en lo que va de año se han incrementado un 30% los robos de material ferroviario —184, básicamente de cable— respecto a los que se producían hace un año, cuando se contaban dos denuncias ante los Mossos d'Esquadra por día.

Ni ha surtido efecto el refuerzo de las patrullas que hacen guardias jurados ni la mejora de la colaboración con los Mossos d'Esquadra. Y la última alternativa es la de rellenar con hormigón los conductos donde se introducen los cables. Es una solución que puede impedir el robo pero que, en caso de avería, obliga a cambiar el cable de toda la estructura.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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