Dimite la edil del PP de Pontevedra que votó contra restringir el aborto
María Biempica quedará como edil no adscrita Un tercio de los concejales populares ha renunciado en lo que va de esta legislatura
Continúa la sangría de dimisiones en el PP de Pontevedra. A poco más de un año para el fin de la legislatura, la concejala María Biempica ha anunciado que se sale del grupo popular en el Ayuntamiento –integrado por 12 miembros- para quedar como edil no adscrita.
El detonante ha sido la poca comprensión que ha encontrado en el líder de su grupo, Jacobo Moreira, después de que decidiese apoyar una moción en contra de restringir el derecho al aborto que habían planteado BNG y PSOE, que gobiernan en coalición. Biempica dice que desde entonces la actitud hacia ella es de “reproche” y que la gestión de Moreira es “retrógrada”. El portavoz popular no ha querido responder más que agradeciendo “la dedicación”. “Aquí el que quiera trabajar trabaja y quien no, no”, ha dicho, para expresar sus dudas sobre “cómo se tomará la militancia”, que la edil no renuncie al acta.
Biempica se une así a los tres ediles –ellos renunciaron a sus actas- que ya dimitieron en diciembre de 2012 a cuenta de la polémica con las dedicaciones exclusivas, un asunto que Moreira usó como ataque contra el gasto del grupo de Gobierno pero que le ha traído más sinsabores que alegrías. El portavoz popular criticó entonces al BNG por sumar una dedicación exclusiva más a mediados de año, cuando hubo una sustitución de ediles, y se encontró con que el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, le tomó la palabra y fue más allá, anulando el acuerdo unánime de legislatura que además de los sueldos del Gobierno también otorgaba tres a la oposición, dos más que hasta entonces.
La batalla sentó mal en su grupo, que ya venía rumiando críticas internas a la gestión de Moreira, y tres ediles acabaron dimitiendo de un grupo inicial de seis en el que estaba la propia Biempica, una de las afectadas por el recorte. La herida no fue a más tras la intervención de Alfonso Rueda y Rafael Louzán, que pidieron calma.
Pero Moreira recurrió la decisión municipal y la justicia le dio la razón a finales del año pasado, lo que ha originado una situación de desconcierto: el BNG maniobra para cumplir la sentencia lo menos gravosamente posible para sus intereses y devolver los sueldos solo correspondientes a un plazo determinado y ha vuelto a justificar un recorte de salarios con la crisis como fundamento con el fin soterrado de complicarle la vida al revuelto grupo popular.
En Medio del barullo, Biempica solicitó por registro que le devolviesen el sueldo una vez salida la sentencia y su portavoz le enmendó la plana. Esto, unido al desplante respecto al asunto del aborto, ha agotado la paciencia de la edil. “Yo soy más que un florero. Si yo molesto a mí también me molestan ellos”, explica, para asegurar que se da de baja temporal en el partido mientras Moreira siga al frente en la ciudad. Más agresivo que este, el edil César Abal, afín al portavoz, la ha acusado de irse solo para recuperar el sueldo.
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