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“Europa no tiene vuelta atrás”

Empresarios y profesores universitarios defienden la importancia de las elecciones y del proyecto europeo a pesar de todos sus retos y defectos

Miquel Alberola
Viandantes en las escaleras del Parlamento Europeo en Bruselas donde ondean las banderas de la UE
Viandantes en las escaleras del Parlamento Europeo en Bruselas donde ondean las banderas de la UEREUTERS FRANCOIS LENOIR

Europa se somete a las urnas entre el 22 y el 25 de mayo con el riesgo alcanzar “un punto de no retorno”, pero su proyecto “no tiene vuelta atrás”, su proceso de integración “es irreversible”, aunque requiere mayor inspiración ciudadana y debe “rendir cuentas” por la “demolición social” que está llevando a cabo con motivo de la crisis. Sobre estas ideas básicas fijaron posiciones en el debate sobre Europa organizado conjuntamente por EL PAÍS y la SER, con el patrocinio del Banco Sabadell-CAM, el profesor de la Universitat de València y experto en temas europeos Manuel Sanchis i Marco, el presidente de la patronal Cierval, José Vicente González, el empresario Francisco Pons y el catedrático de Filosofía del Derecho y Filosofía Política Javier de Lucas.

Un marco para mejorar

El presidente de la patronal de la Comunidad Valenciana, José Vicente González, ponderó los beneficios de formar parte de una UE que hay que mejorar. Se preguntó si las diferencias entre el norte y el sur de Europa serían mayores o menores si no existiera la UE y consideró que España, sin ese marco, hubiese tenido que afrontar “20 o 30 años de retroceso” por la situación de las entidades financieras españolas.

Sanchis i Marco advirtió sobre el reto de frenar en las urnas el nacionalismo rampante y el euroescepticismo para evitar que la Unión Europea (UE) descarrile de su proyecto, un riesgo abonado en la creciente desafección hacia la política y los partidos, pero que González considera evitable ya que el propio Parlamento Europeo es el que más ha frenado a las naciones que han confundido Europa con su propio país.

Europa vive su mejor momento de estabilidad (representa el 25,8% del PIB mundial, mientras que los Estados Unidos —EE UU— tiene el 22%) y su integración es imparable pese a las amenazas, remarcó el presidente de Cierval.

Erasmus vs mercados

El catedrático de Filosofía del Derecho y de Filosofía Política Javier de De Lucas reivindicó el protagonismo de los ciudadanos en la construcción de Europa frente a la supremacía de otros sectores que a menudo se lo arrogan como los políticos y los empresarios. En ese sentido, defendió la idea de que los Erasmushan creado más europeísmo que el mercado financiero.

En sintonía, el presidente del Grupo Importaco, Francisco Pons, defendió los logros del proyecto europeo, “un imperio”, definió, que a diferencia de los demás no surge de la guerra sino que se está haciendo “desde el diálogo y la paz”, con cohesión social y derechos humanos. “En ninguna parte del mundo hay nada igual, salvo el área de los EE UU”, subrayó. Pons mostró su convencimiento sobre la irreversibilidad del proyecto, aunque conminó a superar “la etapa del qué hay de lo mío” para converger, aprender a competir y crear un marco de estabilidad de mil millones de personas junto al área de los EE UU, Canadá y México.

Pero frente a esa afable postal económica cuya premisa pasa por las figuras del europeísmo oficial, el catedrático De Lucas reivindicó opciones como Los Verdes con otra visión frente a esa Europa de la que “solo recibimos recetas de austeridad” sin que explique “en qué va a beneficiar a los ciudadanos el esfuerzo que están haciendo” y en la que cada día se están estableciendo más diferencias desde el punto de vista salarial. González defendió la necesidad de abandonar las políticas de austeridad y ultraliberales.

Eliminar la provincia

El presidente del Grupo Importaco y exdirigente empresarial Francisco Pons hizo un llamamiento en el debate a la necesidad de superar la concepción tradicionalista de las Administraciones y abogó por eliminar el concepto provincia y las Diputaciones para ir a “un estadio superior”. “El ámbito de la provincia, incluso el de la comunidad, ya se queda corto” en el nuevo escenario europeo.

La eurorregión fue otro de los asuntos abordados a lo largo del debate. El presidente de Cierval definió las eurorregiones como una forma de organizarse los territorios en función de las similitudes e intereses y desde ese punto de vista consideró que el arco mediterráneo “es una eurorregión de libro”. Sanchis i Marco resaltó el interés de Europa en desbordar las fronteras nacionales y construir eurorregiones para diluir los nacionalismos. Una idea que compartió De Lucas, para quien en el proyecto europeo no cabía “el apego al terruño” sino el federalismo.

El tema de la inmigración, por el dramatismo que lo envuelve, fue otro de los puntos calientes del encuentro. Para De Lucas, no estamos ante un fenómeno solo económico y laboral sino multidireccional: cultural, de cambio... Ante eso, “la respuesta de la UE es parcial, de orden público, de lucha casi militar”. El catedrático de Filosofía del Derecho abogó por crear tejido productivo en los países emisores en vez de las tradicionales ayudas de cooperación y desarrollo, que fomentan la corrupción en los Gobiernos que las reciben.

Política y economía

El profesor de la Facultad de Económicas de la Universitat de València y experto en temas europeos, Manuel Sanchis i Marco, sostiene que la economía tiene que estar embridada por la política, pero que los políticos no puden saltarse a la torera las normas de la economía. Por ello, insistió en que los tratados de la UE, firmados por los representantes políticos de los países, están para cumplirse.

El presidente de la patronal de la Comunidad Valenciana deploró que la UE no tenga una estrategia de inmigración “ni siquiera una política de inmigración”. González aseguró que el control de fronteras es “una estrategia medieval de cuidar murallas”. Recordó que EE UU hace mucho tiempo que asumió que es imposible controlar la frontera, por lo que consideró necesaria una estrategia para la UE, “que no puede ser de corto plazo”, para crear prosperidad en los países de origen para que la gente se quede allí.

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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