Cultura confía en recuperar el prestigio del IVAM con expertos no políticos

Un comité de expertos reconocidos, no más de una decena, con prestigio en los ámbitos local, nacional e internacional, elegirán en un plazo de entre tres y cuatro meses a la persona que se encargará de dirigir el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM). “Habrá de todo, ya hemos contactado con algunos de ellos y lo anunciaremos en el momento oportuno”, afirmó este lunes la consejera de Cultura, María José Català.

Tras la salida forzada de Consuelo Ciscar y anunciada por el Consell el pasado viernes, la hoja de ruta establece que a finales de abril se reunirá el consejo rector del IVAM para ratificar el cese de Císcar, si bien el procedimiento debería haber sido teórica y oficialmente a la inversa. De hecho, la directora del museo en los últimos 10 años se mantendrá en el cargo hasta que se produzca esa reunión.

Luego, se nombrará a una persona para desempeñar la dirección interina durante el proceso y se  lanzará la convocatoria del concurso internacional de la plaza. Y se dará un mes para la presentación de solicitudes, que el comité examinará durante dos o tres semanas. Por último, se reservarán dos o tres días para entrevistas personales con los preseleccionados, antes de dar a conocer la decisión definitiva.

El procedimiento sigue los pasos que dio el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía para elegir a su director, el burrianense Manuel Borja-Villel. Curiosamente, este museo se inspiró en el modelo organizativo que se estableció primero en el Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC) que, a su vez, se basó en el modelo del IVAM primigenio. No en vano, el administrador del museo valenciano durante su etapa inicial, Joan Llinares, fue el primer gerente del centro catalán.

Galeristas, artistas y críticos piden una auditoría de las cuentas del museo

La consejera sugirió que la Generalitat tendrá algún representante en ese comité de expertos, si bien la mayoría de sus integrantes no contará un perfil político, sino profesional, lo que no deja de ser una enmienda a lo realizado con anterioridad.

También se intentará aumentar la retribución de la dirección del IVAM, ahora asimilada a la de director general de la Generalitat, en torno a los 50.000 euros al año, para servir de reclamo, aunque el margen de actuación en este sentido es pequeño.

La convocatoria de este concurso internacional responde, además, “a un gesto que nos pedía la ciudadanía”, apostilló Català. Un gesto que parece también una salida hacia adelante para levantar a un devaluado museo que ha roto muchos vínculos y complicidades en el mundo del arte moderno y contemporáneo desde hace años sin que la Generalitat se diera por aludida.

Uno de los principales problemas con que se enfrentará el próximo director es un presupuesto tan ajustado (unos seis millones este año) que se queda en exiguo, descontados los gastos generales y los sueldos de la plantilla.

De momento, la convocatoria del concurso internacional sólo se aplicará en el IVAM. ¿Y por qué no en otros museos valencianos, incluido el de Bellas Artes San Pío V, que la Generalitat siempre ensalza como la segunda pinacoteca de España, y que dirigida por Paz Olmos, funcionaria autonómica y excargo político? “Si tenemos una casuística similar a la del IVAM y se ha de proveer la plaza de director...”, contestó la consejera en el propio San Pío V.

Català recuerda que la Inspección y el Síndic de Comptes ya lo controlan

El concurso público es una vieja petición de las asociaciones valencianas de críticos, galeristas y artistas. Ayer expresaron su satisfacción pero manifestaron sus alertas, además de pedir que se consultara con ellas y que despolitizara el consejo rector: “La destitución de Consuelo Ciscar, con la convocatoria de un concurso público cuya imparcialidad y apartidismo todavía está por ver, representa tan solo el comienzo de lo que debería de ser un cambio de rumbo en la política cultural valenciana”.

Las asociaciones incidieron en la “nefasta gestión del IVAM en los últimos 14 años”. También solicitaron una auditoria de las cuentas del IVAM, “debido al agujero económico dejado en el Consorci de Museus” por Ciscar. Català respondió que el IVAM está sometido a la auditoría de la Inspección de la Generalitat y del Síndic de Comptes.

El comunicado es muy crítico con la gestión de Ciscar, pero evita hacer leña del árbol caído, porque reiteran argumentos y denuncias que las asociaciones vienen haciendo desde hace años.