Puig gana 176 millones, un 2% más

El grupo de moda y fragancias Puig facturó el año pasado 1.499 millones de euros, un 1% más que el ejercicio anterior, y obtuvo un beneficio antes de impuestos de 248 millones y unas ganancias netas de 176 millones, que suponen un crecimiento del 2%. La multinacional catalana, que sigue en manos de la tercera generación de la familia y este año celebra el centenario de su fundación, obtiene un 86% de sus ventas en el extranjero.

La presentación de resultados ha coincidido con la inauguración del nuevo edificio de la compañía, una torre de 23 plantas que lleva la firma de Rafael Moneo y está ubicado en la plaza de Europa de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona). El acto oficial de presentación ha sido presidido este mediodía por los príncipes de Asturias y el presidente de la Generalitat, Artur Mas. La inauguración ha contado también con la presencia del ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, la delegada del Gobierno español en Cataluña, María de los Llanos de Luna, el consejero de Empresa y Empleo, Felip Puig y la alcaldesa de L’Hospitalet, Núria Marin. Por parte del mundo económico, han asistido desde el presidente de la gran patronal catalana Joaquim Gay de Montellà, hasta empresarios como Isaak Andic (Mango), Josep Oliu (Banc Sabadell), Artur Carulla (Agrolimen) o el presidente del Círculo de Economía, Anton Costa.

El presidente y consejero delegado de la firma, Marc Puig, ha explicado sobre los resultados de 2013 que el impacto del cambio del euro ha supuesto que las ventas netas crecieran un 5% pero la exposición al mercado emergente haya dado como resultado un 1% de aumento a nivel reportado. Del total de ventas de la multinacional, el 48% corresponden a estos mercados emergentes. Puig cuenta con 4.200 empleados, de los que el 40% están en España, el 26% en el resto de la Unión Europea y el 34% fuera. Respecto a la fabricación, produce un 67% en España y un 31% en Francia. Puig ha asegurado que la empresa no tiene deuda y que la posición de caja es “confortable”, aunque no ha facilitado la cifra.

El máximo ejecutivo de la compañía ha resumido la trayectoria de la firma en los últimos diez años, en los que ha pasado “de un portafolio muy amplio, dificultad para crecer, un 3% de participación en el mercado internacional y un beneficio no satisfactorio en 2004”, a crecer hasta alcanzar un 8,6% del mercado mundial, exportar el 86%, doblar las ventas y que los beneficios hayan pasado de un millón a 176 millones anuales. Durante la última década, los beneficios han crecido un 76,9% anual de media y las ventas un 7%. La compañía se ha ubicado en el sexto lugar del sector y aspira a ser el tercero con una cuota del 12% en 2020, ha dicho Puig.

“Tuvimos que escoger y escoger significa renunciar”, ha sintetizado el presidente y consejero delegado: “Se trataba de construir imagen de marca a través de la moda, y traducirla en el mundo de la perfumería con marcas propias bajo nuestra responsabilidad, como Carolina Herrera, Ninna Ricci, Paco Rabanne y Jean Paul Gaultier, o licenciadas de terceros como Prada o Valentino. Y el resto de actividades las iríamos vendiendo o cediendo”. Sobre el futuro, Puig aspira a “construir un grupo internacional propietario de marcas de lujo, manteniendo un portafolio híbrido entre la moda y la perfumería selectiva”.

Sobre el nuevo edificio, ocupado enteramente salvo una planta por trabajadores de la compañía, Puig ha explicado que fue un proyecto llave en mano de Catalunya Caixa, entidad que pasó al Fondo de Reestructuración Bancaria (Frob). La firma lo ocupa en régimen de alquiler durante un periodo de siete años prorrogables a otros cinco, cuando tendrá una opción de compra.

La inauguración ha contado también con la presencia del ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, la delegada del Gobierno español en Cataluña, María de los Llanos de Luna, el consejero de Empresa y Empleo, Felip Puig y la alcaldesa de L’Hospitalet, Núria Marin. Por parte del mundo económico, han asistido desde el presidente de la gran patronal catalana Joaquim Gay de Montellà, hasta empresarios como Isaak Andic (Mango), Josep Oliu (Banc Sabadell), Artur Carulla (Agrolimen) o el presidente del Círculo de Economía, Anton Costa.