Los candidatos derrotados del PSC se desentienden de Collboni y Andrés

Los tres candidatos del PSC que quedaron apeados el pasado 29 de marzo en la primera vuelta de las primarias del PSC no se posicionarán sobre sus preferencias de voto para Jaume Collboni o Carmen Andrés en la jornada de mañana, en la que se elegirá al alcadable socialista por Barcelona para 2015.

Laia Bonet, Jordi Martí y Rocío Martínez-Sampere, han optado por mantenerse al margen en la segunda vuelta, un hecho que no sucede en los países europeos con larga tradición de primarias. El caso de Barcelona no tiene precedentes en España, pues es lo más parecido al sistema francés: con doble vuelta, censo abierto hasta el día de la votación y la posibilidad de votar durante toda la jornada.

La primera vuelta supuso la derrota de los tres candidatos que se han mostrado críticos en mayor o menor medida con la dirección del PSC y la victoria de los dos más afines al aparato de la calle de Nicaragua y la federación de Barcelona. Ese hecho seguramente contribuye a explicar la pasividad anunciada.

Laia Bonet, que logró 1.102 votos de un total de 7.463, explicó ayer a EL PAÍS que irá a votar, aunque precisó: “no hago ninguna recomendación de voto”. De sus palabras se desprende que votará en blanco, aunque se negó a dar más explicaciones.

En términos parecidos se expresó Martínez-Sampere. “El sábado iré a votar, porque no quiero que los procesos de primarias abiertas se descalifiquen para siempre”, dijo. Con todo, precisó que ni Collboni ni Andrés “representan el cambio que yo creo que necesita el PSC y por eso no apoyaré a ninguno de los dos”.

Jordi Martí, por su parte, tampoco se posicionará sobre ningún candidato, según explicó un portavoz del jefe de la oposición municipal Desde el día 29, cuando colgó diversas fotos, entre ellas una con Pasqual Maragall saliendo de un colegio electoral, la cuenta de Twitter permanece inalterable.

Por otra parte, los servicios jurídicos del Parlament consideran que los diputados críticos Joan Ignasi Elena, Marina Geli y Núria Ventura, tienen unos derechos individuales que “los grupos parlamentarios a los que pertenecen no pueden impedir que ejerzan”. Entre esos derechos figuran presentar enmiendas, preguntas escritas, solicitudes de comparecencia e incluso intervenir en los debates. Los tres fueron enviados al gallinero de la cámara y destituidos como portavoces de las comisiones parlamentarias a las que pertenecían. Tras conocer el informe jurídico pedirán la restitución de las funciones que tenían.