Buch exige garantías para que el ‘trencadís’ vuelva al Palau
La oposición reclama demandar a Calatrava por daños y perjuicios
La opción preferida por el consejero de Economía, Máximo Buch, es que se vuelva a recubrir el Palau de les Arts con el trencadís, pero con una garantía mínima de perdurabilidad de 20 años y un aval bancario por parte de la empresa constructora que lo reponga (la UTE y el arquitecto Santiago Calatrava) que haga frente a cualquier eventual problema. Fue la principal novedad que aportó ayer el responsable político de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (CACSA) en su comparecencia en la comisión de Industria y Comercio de las Cortes valencianas, con motivo del desprendimiento del trencadís el pasado mes de diciembre y el posterior desmontaje de los 8.000 metros cuadrados que ocupaba en la fachada de la ópera.
La decisión aún no está tomada, pero el consejero apuntó en que el edificio, que costó 478 millones de euros, debe volver a tener su aspecto original. El coste de reponerlo será de, al menos, un millón de euros.
Todavía falta el informe definitivo del Instituto Tecnológico (Aidico) sobre las causas por las que el material adhesivo que unía el trencadís y la cúpula metálica no funcionó como se esperaba. También se ha de encontrar un pegamento o una aplicación alternativa y para ello se analizan posibilidades como la fórmula empleada en el audiorio de Tenerife, también diseñado por Calatrava, que no ha revestido problemas. Se ha pedido opinión a diversas ingenierías.
La que parece descartada es la solución que propuso en un principio, precisamente, Aedico: pintar de blanco el casco. Es la “menos deseable”, porque la superficie “es irregular” y “la vista del edificio no quedaría igual”, señaló Buch. Quedan otras dos alternativas, sobre las que no se extendió: La instalación de planchas de cerámica sobre rieles o planchas de aluminio. La decisión la tomará el Consell, pero Calatrava deberá dar su visto bueno, como autor intelectual.
La oposición fue muy dura con la actuación “impotente” del Consell frente al arquitecto y con Calatrava y los numerosos problemas de sus diseños. Ignacio Blanco, de EU, Mònica Oltra, de Compromís, y Eva Martínez, del PSPV, exigieron que la Generalitat presente una demanda por daños y perjuicios contra el arquitecto valenciano y la UTE (Acciona y Dragados), por el lucro cesante o por el deterioro de la imagen por culpa de los desperfectos que han dado la vuelta al mundo.
Buch reiteró que el Consell sólo ha asumido el coste de seguridad e higiene de 22.425 euros que reclamará a la UTE constructora y a Calatrava, que se han encargado del resto de gastos. Y aseguró que el Consell se guarda la posibilidad de demandarlos, pero que era más rápido llegar a un acuerdo para reparar el Palau de les Arts.
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