Vecinos y ecologistas se revuelven contra los rellenos en la playa de Cedeira
La cadena de temporales de este invierno ha afectado al arenal
En la playa de Cedeira casi no hay playa. El arenal de A Magdalena, en el pueblo, es un talud de arena comprimida donde poner una toalla sería un desafío vertical. La cadena de temporales de este invierno no han hecho, sino, agravar el deterioro morfológico de una playa que lleva años avanzando hacia el estropicio. Para recuperarla, la Demarcación de Costas presentó en noviembre un anteproyecto con dos flancos que no convence ni a vecinos ni a ecologistas. Pasa por meter arena donde ya no queda, con un relleno considerable en una de las dos rías de Galicia protegidas como Reserva Mariña de Interés Pesqueiro -junto a la de Os Miñarzos, en Lira (Carnota)- y por otro, levanta un dique fijo en un lateral para encauzar el río Condomiñas, que desemboca en el extremo derecho. Las dos actuaciones van en un mismo paquete que suma casi un millón de euros que salen de las arcas del Ministerio de Medio Ambiente (Magrama) para un proyecto todavía en fase de consulta que fue remitido a 17 entidades, entre ellas el Gobierno de Cedeira y colectivos ecologistas, para que se pronuncien.
A mayores, Costas y el Ayuntamiento de Cedeira, en manos del PP, se han puesto de acuerdo esta semana para allanar A Magdalena con 250.000 euros antes del verano dentro del paquete urgente de obras para arreglar el desaguisado que dejaron las tormentas invernales. Se ejecutaría, a priori, con arena de la propia ría, un espacio sensible protegido por su ecosistema y potencial pesquero. Un sistema de troncos alineados bajo el talud harían de barrera biodegradable para frenar el deterioro y apilar la arena. Los técnicos de la Demarcación tienen pendiente una reunión con la Cofradía cedeiresa, que autogestiona su reserva marina, para detallarles cómo se ejecutarían esos trabajos antes del verano.
No obstante, los ambientalistas creen que detrás de este acuerdo se esconden las prisas de la corporación para “poner la playa bonita” antes del aluvión estival de turistas y, de paso, ahorrarse trámites ambientales. Adega defiende como “imprescindible” un estudio ambiental previo a cualquier relleno que se quiera acometer en A Magdalena, porque la playa está incluida en la zona de protección de la ría cedeiresa. “Sería el tercero (relleno) desde el 2001 sin que esta medida parezca dar ningún fruto”, resume Alexandre García, su portavoz comarcal. “Por un lado nos piden opinión sobre el anteproyecto de Costas y, por el otro, quieren meter arena a monte antes del verano”, añade.
Si el proyecto de Costas para suavizar, a corto plazo, la huella que la cascada de ciclogénesis de enero y febrero han dejado en la playa cedeiresa no convence a los ambientalistas, la solución a largo plazo que proyecta la Demarcación también les disgusta. Adega y la plataforma cívica local Somos Cedeira han pedido al Ministerio de Medio Ambiente la retirada definitiva del anteproyecto denominado: 'Memoria de actuaciones en la morfología de la playa de A Magdalena, Cedeira', contra el que han reunido unas 800 firmas en pocas semanas. Lo tildan de “despilfarro chapucero” y se oponen al relleno en un espacio protegido sin un estudio completo de impacto ambiental,
“Parece un corta y pega que no cumple con el mínimo exigible para un documento de estas características”, expone García, que alude a errores en los datos científicos y al empleo de legislación y terminología obsoleta en un documento ministerial. En su respuesta a la consulta de Medio Ambiente, Adega alerta, por ejemplo, que la arena de cantera que se emplea en los rellenos procede de silicios que alterarían gravemente el PH de la ría, con arena calcárea a partir de restos de conchas. El llamativo deterioro de la playa cedeiresa también llegó la semana pasada al Congreso a través de una proposición no de ley del BNG que pedía al Ministerio que descartase los “parches” puntuales para buscar una “solución integral” para una de las dos rías gallegas protegidas como reserva marina por su valía ambiental y su potencial pesquero.
En septiembre del 2004, los nacionalistas ya exigían una “solución definitiva a la estabilidad” del arenal de A Magdalena a través de un proyecto que se ha demorado una década. La memoria que Costas presentó en noviembre apunta a la construcción del espigón del dique el puerto como una de las causas que, en esta última década, alteraron el sistema de corrientes marinas que desplazaban la arena dentro de la zona de reserva. Los nacionalistas también se hacen eco de “otras actuaciones urbanísticas” sobre el espacio dunar que se remontan a décadas atrás” como ingrediente a sumar al estropicio.
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