Operación contra la banda latina ‘Bloods’ en Sant Boi de Llobregat

Los Mossos d'Esquadra han detenido a 25 presuntos integrantes de la banda latina los Bloods en la operación que han desplegado esta madrugada contra esa banda de origen dominicano, en la que se han practicado 14 registros domiciliarios en la comarca barcelonesa del Baix Llobregat.

Según ha explicado a la prensa el consejero de Interior, Ramon Espadaler, la operación se ha iniciado a las 5,00 de esta madrugada en varias poblaciones del Baix Llobregat y todavía permanece abierta. El consejero ha considerado que, pese a la necesidad de ser prudentes, esa rama de los Bloods afincada en el Baix Llobregat puede darse por desarticulada con la operación que la policía catalana ha desplegado hoy, bajo la dirección de un juez de instrucción.

Los detenidos, entre los que se encuentra el supuesto líder de la banda, están acusados de delitos de robo y tráfico de drogas, además de pertenencia a grupo criminal. Hasta el momento, la policía ha practicado 14 entradas y registros, diez de ellos en Sant Boi de Llobregat (Barcelona), tres en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y uno en Vallirana (Barcelona), por orden del juez que dirige la investigación y en presencia de los detenidos.

Los registros se han practicado en domicilios de presuntos miembros de los "Bloods", en busca de armas, sustancias estupefacientes y documentación o material informático que permita determinar si los detenidos integraban una organización jerarquizada y con reparto de funciones. Entre otros domicilios, los Mossos d'Esquadra han irrumpido esta mañana con orden judicial en varios pisos de las calles Lleida y Rubió d'Ors, en el barrio Marianao de Sant Boi de Llobregat, así como en la zona Ciutat Cooperativa de esta población.

En las próximas horas, está previsto que los detenidos pasen a disposición del juzgado de guardia que dirige la investigación, que mantiene la causa bajo secreto de sumario. Hace menos de un año, el que fuera líder barcelonés de la banda Bloods, William Samuel Cañizares, fue condenado a 17 años y medio de cárcel por ordenar a dos menores el asesinato de un miembro díscolo del grupo, como castigo por sus desavenencias con el cabecilla.