Matrimonio de conveniencia

Una XTable es un dispositivo digital interactivo de gran formato que en el Arts Santa Mónica mostraba, entre otros, una recreación de la leyenda de Sant Jordi, tan especial que podía tener tres finales diferentes y en una de ellas se le perdona la vida al dragón. La aplicación ha sido creada por el Taller de les Arts, una idea de tres profesoras de secundaria de dar un formato digital a leyendas tradicionales. Esa XTable es 100% catalana, diseñada y fabricada por la empresa DigaliX y ha sido uno de los proyectos con los que se podía "jugar" en el centro cultural de La Rambla durante el Digital4C, en inglés: Digital foresee,una mirada al futuro digital. Unas jornadas en las que se ha realizado un primer encuentro ente sectores tradicionales de la cultura y la tecnología que se han celebrado el jueves y viernes de la semana pasada.

A juzgar por la animación que ha vivido el Santa Mònica durante estos dos días, con más de 700 personas inscritas, las jornadas han sido un éxito. La primera planta del centro cultural concentraba 40 diseños de aplicaciones digitales realizadas por empresas catalanas. Sus creadores estaban allí para explicar el potencial de sus proyectos, algunos de ellos realizados por universidades como la de Girona, la Pompeu Fabra, la UPC y la de Barcelona.

Toni Mayorgas, uno de los ingenieros de DigaliX, fundó la empresa en 2008 con cinco empleados y ahora son 14. Tardó dos años en crear la XTable. “Es un soporte abierto a todo y las hemos vendido o alquilado para exposiciones en museos y para productoras de publicidad o a la empresa Aguas de Barcelona, pero uno de nuestros objetivos es el sector cultural”, explica Mayorgas. En el mismo pasillo, la Universidad de Girona explica cómo funciona otra aplicación en la que es posible una lectura interactiva de un relato.

En tres meses Libranda posibilitará a las bibliotecas dejar libros desde la nube

Abajo, en el claustro, las ponencias y debates giraban en torno a la situación de la música el videojuego, el audiovisual y el libro electrónico. Este último es el que está menos desarrollado aunque con proyectos que pueden contribuir a su despegue. Como que las bibliotecas públicas podrán prestar libros electrónicos en breve con el carnet de usuario. La distribuidora de libros electrónicos Libranda está ultimando una plataforma digital para que el préstamo de títulos pase del ejemplar físico a la “nube”. Ganó el concurso convocado por el Ministerio de Cultura para aplicarla en las bibliotecas públicas de las 17 comunidades autónomas de España, más Ceuta y Melilla. “En tres meses ya estará lista”, avanzaba la directora de Libranda, Arantza Larrauri, en las jornadas.

“Es muy sencillo, los libros estarán en la nube y se podrán leer desde cualquier dispositivo de libros electrónicos, tabletas, teléfonos , tablets o PCs. El usuario entrará en la web de las bibliotecas con su carnet y si está disponible el título, lo podrá leer en un plazo máximo de 21 días”, explicaba a este diario. ¿Y si el libro lo está utilizando otro usuario? “Se le enviará un correo informando de cuántos días hay de espera y con el mismo sistema se le avisará cuando se libere”, continúa. De entrada, el ministerio dota esa biblioteca digital con 20.000 títulos, todos ellos en castellano. “Se pondrá a disposición de las comunidades autónomas que podrán añadir licencias en otros idiomas si quieren”, comentaba Larrauri. La Generalitat ha mostrado su predisposición: “Se está en conversaciones para decidir qué fondos entrarán en la biblioteca digital”, afirmaron desde el departamento de Cultura.

Larrauri junto con otros representantes del sector debatieron ampliamente sobre el panorama del libro electrónico en las jornadas. El mercado digital en español representa un 2,5% —solo excepcionalmente con algunos títulos se ha llegado a cuotas superiores al 10%— y para el próximo año calculan un crecimiento de un 80%. Un sector joven con apenas tres años de vida y con no pocas contradicciones en la forma de funcionamiento, como la incompatibilidad directa de sistemas: “Es parecido a lo que ocurría con el video hace años con los sistemas vhs o beta”, apuntaba LLuís Collado, en representación de Google. Los precios de la edición digital son entre un 30% y un 60% más económico que el papel, pero a diferencia de este el IVA es del 21% y como todo lo que está en la red, no se libra de la piratería.