Choques entre partidarios y detractores del Náutico de Sanxenxo

El enfrentamiento cada vez más enconado entre el Real Club Náutico de Sanxenxo, promotor de las obras para construir nuevos pantalanes en el puerto, y sus detractores, personificados en la asociación SOS Panadeira, se tradujo ayer en un acto que se pretendía reivindicativo pero que acabó a puñetazos. Los vecinos rodearon de bolsas llenas de ropa vieja uno de los pilotes de la obra, enterrado en la playa de Os Barcos, y les prendieron fuego, tras lo que personal al servicio del Náutico y algunos de los opositores intercambiaron empujones y golpes.

 De los vídeos no se puede apreciar quién agrede primero a quién, y la escena es confusa hasta el punto de que tanto un bando como el otro muestran la misma escena, desde ángulos distintos, como prueba de su versión. Los ánimos, en cualquier caso, ya estaban encendidos desde el martes, cuando los opositores a la obra se acercaron, como cada mañana, a estorbar los trabajos.

Según la versión de la asociación, esta vez el personal del Náutico incluía guardas de seguridad privada y “cuatro encapuchados” que agredieron a un vecino. El Ayuntamiento tomó nota de los “lamentables y gravísimos” hechos, en palabras del concejal de Seguridad Ciudadana, Salvador Durán. El gobierno local da validez a la versión de los opositores atendiendo al testimonio de un empleado del aparcamiento del puerto, según señala en un comunicado. Desde el Náutico, lo niegan. “Es mentira, un disparate”, asegura Pedro Campos, presidente del club, que alega que han contratado recientemente a una empresa de seguridad con todas las garantías. “Nosotros somos cuatro pringados y nos están pegando”, opone, por su parte, Guadalupe Gómez, de SOS Panadeira.

Los incidentes coincidieron con el día en que se hizo público el auto del Juzgado de lo Contecioso-Administrativo número 2 de Pontevedra, contra la solicitud de paralización cautelar de las obras, instado por SOS Panadeira en dos ocasiones. La ampliación del Náutico tiene permiso legal desde mayo de 2012, tras un proceso administrativo a cuyo trámite Portos de Galicia se aplicó con diligencia y dio validez, pese a las alegaciones del Ayuntamiento. Los opositores entienden que levantar más pantalanes afectaría a las playas de Os Barcos y Panadeira hasta hacerlas desaparecer.