_
_
_
_

Mil firmas piden el cese del catedrático de la UB por los acosos sexuales

Las víctimas han presentado la petición en el rectorado Consideran que es "un gran paso" para visualizar el problema

Los estudiantes de la Universidad de Barcelona (UB) han presentado este jueves un total de mil firmas pidiendo el cese del catedrático de Sociología, Jesús de Miguel, implicado en un caso de acoso sexual a varios alumnos, que la fiscalía constató, aunque archivó el expediente porque los hechos habían prescrito. Actualmente, el catedrático, de 67 años, se encuentra de baja por su reciente paternidad y no se prevé que vuelva a dar clases este año. Pero los alumnos van más allá y piden la retirada definitiva.

El grupo de víctimas, junto a las asambleas de estudiantes, han promovido un manifiesto en que exigen al rectorado que se aparte de forma “definitiva e inmediata” al profesor de sus tareas de docencia. También piden a la UB que “demuestre su apoyo” a las víctimas, que “asuma la problemática” existente en el campus y que “se comprometa a tomar medidas efectivas de prevención y actuación” ante casos de acoso sexual. Precisamente, la UB aprobó hace unos días un protocolo en este sentido, que contempla medidas cautelares contra docentes cuando se detecten indicios de acoso sexual.

Un grupo de medio centenar de estudiantes se han concentrado esta tarde ante el rectorado durante unos minutos, antes de registrar las mil firmas recogidas, principalmente entre el alumnado. Las víctimas han celebrado la respuesta conseguida y el apoyo recibido. “Es un paso adelante para hacer visible este problema”, ha valorado una de las afectadas. También han dado su apoyo 22 de los 94 profesores de la facultad de Sociología, a la que pertenece De Miguel, una cifra que, por el contrario, ha decepcionado a las víctimas. “Ello demuestra la relación de poder que hay en la universidad”, ha zanjado.

No obstante, las víctimas se muestran dispuestas a “continuar luchando” por erradicar esta problemática que los estudiantes, parte del profesorado —e incluso la decana en su declaración ante los Mossos— denuncian que dura desde hace más de dos décadas. Por el momento, han abierto una página en Facebook para asesorar y ayudas a otras víctimas y están preparando un Congreso para el otoño sobre esta temática.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_