“¿Cómo se recibirá el libro?”
“No tenía que haber aceptado. Me pierdo entre tanto ramaje”, diu en ple procés
Els altres catalans és una expressió que va fer fortuna, incorporant-se al patrimoni cultural del nostre país, més enllà que s’hagi llegit, o no, el llibre escrit per Candel. Diguem-ne que la va encetar en un tema d’abast extraordinari alhora que gairebé ignorat o menyspreat el 1964. Amb l’expressió encertada, l’escriptor defineix els fills, i fins i tot néts, dels immigrants, nascuts ja a Catalunya però amb pares o avis que no ho són, o no ho eren. Catalans de naixement, o no, que estimen la terra on han nascut o arribat i que tenen un lligam indestriable amb la terra d’on procedeix la família, o part de la família. Això els fa singulars i ambivalents. Per exemple, molts d’ells no parlen català, encara que l’entenen i el saben.
El 28 de juny de 1963, anota: “Llevo 100 páginas de Los otros catalanes. Tendrá unas 300. No estará en agosto. ¡Qué libro más complicado! No tenía que haber aceptado. Me pierdo entre tanto ramaje”. Però les sortides pels voltants de Barcelona per recollir notes per al llibre continuen. El setembre té el text gairebé acabat, només li falta el darrer capítol (dedicat al futur), que no li surt, perquè té por de trair les seves conviccions. ¿És possible que en un futur pròxim la catalanitat passi a mans d’aquests altres catalans? És la pregunta que li costa de respondre. Finalment acaba el primer esborrany del llibre (citat amb les inicials, OC, d’Otros Catalanes) el 16 de setembre de 1963. Ara falta passar-lo a net i envoltar-se de les angúnies que tant el fan patir: “Terminé con OC. Me pasa lo de siempre. Lo encuentro horrible. No va a gustar y mucho menos entusiasmar. Esto de la literatura es terrible. Nunca se aprende a escribir. Cada vez lo hago peor. No puedo pensar en el libro” (26/10/1963).
El llibre passa la censura el febrer de 1964. Candel es mostra relativament satisfet: només hi ha 35 supressions, de les quals la més llarga és una referida al distanciament de l’Església per part del poble més humil, però han acceptat moltes al·lusions polítiques. “¿Cómo se recibirá el libro?”, es pregunta arribat en aquest punt (19/2/1063).
Les cites són abundants. Algunes de les més significatives podrien ser les següents:
“Castellet [editor d’Edicions 62] me contó que el libro había producido un tremendo impacto en su mujer. Todo el día lloraba. Se sentía retratada en la aventura de algunos de los inmigrantes. Sus padres pasaron a Francia y luego, a la vuelta, se quedaron en Cataluña” (21/4/1964).
“Sobre OC, dice Arbó que ha leído las primeras páginas, y sobre el fenómeno anarquista, que parte de su influencia aquí era debida a la universalidad de sus doctrinas, mientras que los catalanistas minimizaban, se cerraban, reducían” (22/4/1964).
“Ayer fui con Max Cahner y con un cura, mosén Ballarín, a ver las colonias fabriles de la cuenca del Llobregat. Pasamos por Berga y fuimos a Queralt, donde vive el cura. Por el camino, en el coche, hablamos de OC. Al mencionar a gente a la que no ha sentado bien, Max habló de los ultras, también de los extremistas separatistas, que son una minoría, dice. Y entonces contó que a raíz de la última portada de Serra d’Or, donde aparezco yo, recibieron algunos anónimos criticando que en la revista solo se hablara de barracas y el hecho de mi fotografía, supongo. Se devolvieron algunas revistas y alguno se dio de baja en la suscripción.
Max me estuvo contando cómo fue el lío de su expulsión del país, que también es para narrarlo. Cómo los dos policías que le acompañaron a la frontera insistieron en que no debía haber publicado mi libro y en el mito que de él se está creando” (4/7/1965).
“La rapidez de sucesivas ediciones de OC no me ha envanecido en absoluto, o he procurado que no me envaneciera, para ser más exactos. Libros de tan poca monta como Camino tuvieron una ascensión editorial mucho más rápida, y, sin embargo…” (13/3/1966).
“El libro [Els altres catalans] que yo mandé a Eliseo Bayo por indicación de Cuadrado, no se lo entregaron. El director de la cárcel puso la excusa de que era un libro anticlerical” (3/11/1965).
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