Iñaki Izquierdo retrata a los pasiegos
La sala Amárica de Vitoria, reúne fotografías de los habitantes y los paisajes de estas comunidades
La sala Amárica de Vitoria acoge hasta el 6 de abril la muestra Pasiegos S.XXI, del fotógrafo sestaotarra Iñaki Izquierdo. La exposición se acerca a la vida y los paisajes que rodean a los pasiegos, uno de los fenómenos sociológicos de y etnográficos más singulares de los que aún perduran en España.
Izquierdo, nació en Sestao en 1965 y es cofundador del colectivo Garage Lux. Documentalista, utiliza la fotografía como testigo de lo que acontece ante su mirada. Las fotografías de la muestra se realizaron entre los años 2008 a 2010 por encargo de la consejería de Ganadería del Gobierno de Cantabria. Este trabajo, se incluyó por la Unesco entre las actividades que conmemoraron el 10º aniversario de la convención del Patrimonio Cultural Inmaterial en 2013.
Se desconoce la procedencia de los pasiegos. Unos hablan de judíos, otros de árabes, o de un grupo de suizos que se establecieron en estos montes de Cantabria y Burgos en tiempos de la reconquista, y que se adaptaron a la difícil orografía. Sus tierras se extienden en Cantabria por las tres villas pasiegas: San Roque de Río Miera, Vega de Pas y San Pedro del Romeral; algunos barrios de los municipios de Selaya, Soba, Ruesga y Luena; y en Burgos, en el área de Salcedillo y Lunada en Espinosa de Los Monteros.
La dura orografía les ha mantenido muy aislados y no han permitido la introducción de maquinaría, por lo que continúan trabajando con herramientas básicas. El dalle para segar, la velorta (una vara de avellano) para llevar la hierba sobre la cabeza, el caballo para extender el abono con cajones, el cuévano o la rastra.
Hasta su fisonomía es diferente a la del resto de la cornisa cantábrica: es especialmente llamativa la abrumadora mayoría de ojos azules entre los pasiegos. Son trashumantes, van mudando las vacas por diversos prados para aprovechar la hierba en las distintas épocas del año; y en la primavera guardan hierba en varias cabañas para poder alimentarlas en invierno. Se trata de una forma de vida que desaparece, con un sistema económico impensable en términos de rentabilidad en la sociedad actual.
La muestra se podrá visitar hasta el próximo 6 de abril en la Sala Amárica de la capital alavesa.
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