El juego ilegal se duplica en Andalucía
La policía desmantela siete locales e interviene más de 112.000 boletos de lotería
Fueron sorprendidos en mitad de la partida. Eran 13 jugadores repartidos en dos mesas. Sobre el tapete: fichas de póquer, varias barajas de cartas y 5.475 euros. Era algo más que una reunión de amigos. La Unidad de Policía Adscrita a la Junta desmanteló a finales de enero un local que organizaba partidas ilegales de póquer en Rincón de la Victoria (Málaga). Era la primera actuación del año de esta unidad. Según la Consejería de Justicia e Interior, el año pasado el número de denuncias por juego ilegal se duplicó en Andalucía. De las 2.503 actas registradas en 2012 (cuando ya creció un 38%) se ha pasado a las 5.312 de 2013. En la comunidad, el juego ilegal está prohibido, pero no se considera delito. En el peor de los casos, la infracción puede acarrear el cierre del establecimiento o una multa de hasta 300.000 euros.
Esta unidad realizó el año pasado hasta 6.156 inspecciones (frente a las 4.645 de 2012), revisiones que se tradujeron en las citadas 5.312 actas de denuncias. Además, 12 personas pasaron a disposición judicial. Para el director general de Interior de la consejería, José Antonio Varela, este repunte se debe a que los agentes “están llegando a sitios donde antes no podían llegar” por la falta de efectivos. Varela recuerda que, en octubre de 2012, este departamento (con 470 agentes) se vio reforzado con 133 nuevos policías. En cuanto a un posible aumento de la actividad en este mercado debido a la crisis, el director general afirma que es “muy difícil” determinarlo. “Lo que sí apreciamos es que cada vez hay más personas que participan en partidas de póquer ilegales para eludir el pago de impuestos. El póquer es un juego que se ha popularizado”, agrega.
Operaciones como la desarrollada en Rincón de la Victoria son de las más complicadas de realizar, tal y como reconoce Miguel Ángel San Andrés, inspector provincial de esta unidad en Málaga. Según el informe de la consejería, en 2013 se desmantelaron siete locales que celebraban partidas de póquer ilegales. En las 45 inspecciones de establecimientos realizadas, los agentes denunciaron a 26 personas e identificaron a 59 jugadores. “Desmantelar timbas como la de Rincón no es tarea sencilla. Es complicado infiltrarse en este tipo de locales y también es difícil conseguir una orden de registro, ya que los jueces creen que no merece la pena vulnerar un derecho fundamental como es la inviolabilidad del domicilio para atajar una infracción administrativa”, apunta el inspector esta unidad, que la semana pasada desmanteló un local de apuestas deportivas ilegales por Internet.
Algunos locales no renuevan los permisos para evadir las tasas
San Andrés explica que este tipo de establecimientos cuenta con fuertes medidas de seguridad que dificultad aún más la labor de los agentes, no solo para entrar en los locales sino también para “sorprender” a los jugadores. “Si no encontramos dinero de por medio, no tenemos nada”, afirma el inspector, quien resalta la diversa procedencia de los avisos. “Algunas veces son los mismos familiares de los jugadores los que nos ponen en alerta”, agrega. En el caso de la operación de enero, los agentes se enteraron a través de los mensajes de teléfono que se enviaban a los jugadores con la convocatoria de partidas.
El director general de Interior también asocia esta “especialización y refuerzo” de la plantilla con el repunte experimentado, por ejemplo, en el número intervenido de boletos ilegales de lotería o de máquinas tragaperras que no cumplen la normativa. En el primer caso, la cifra se ha triplicado al pasar de los 31.649 cupones requisados en 2012, a los 112.673 del pasado año. El último informe de la ONCE señala que este mercado recauda en Andalucía hasta 40 millones de euros (83 millones a nivel nacional). Según este estudio, el 80% de los boletos ilegales imita el cupón de esta organización. Por el contrario, según la consejería, se ha registrado una importante caída en el número decomisado de cartones de bingo ilegales (130.220, en 2012; 38.068, el año pasado).
En el caso de las tragaperras, la policía levantó el año pasado 457 actas de denuncia (357, en 2012), destruyeron 59 máquinas y precintaron 531. “Los agentes se encargan de revisar las máquinas y comprobar que no se le haya permitido el acceso a jugadores que, voluntariamente, hayan solicitado que se le deniegue”, explica el subinspector de esta unidad en Sevilla, Enrique Font.
“En los salones de juego es más raro encontrar máquinas que incumplan la normativa, la mayoría está en los pequeños bares”, comenta un agente durante la inspección de un local en el barrio de Triana, en Sevilla. Según apunta, la subida de impuestos “ha hecho mucho daño” a los pequeños establecimientos. “Los propietarios nos dicen que antes con lo que recaudaban pagaban la luz del local y otro tipo de gastos, ahora la mayoría se lo lleva las tasas”, explica. “De ahí, que muchos opten por no pedir o no renovar los permisos”, agrega.
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